Polonia: ¿se acabó el optimismo?

Las previsiones para Polonia son aún positivas. Fue el único país de la Unión Europea que consiguió no entrar en recesión en 2008 y 2009 y se espera que en 2016 y 2017 mantenga un crecimiento del 3,5% anual, con una inflación por debajo del 2% en 2017 y sin que se dispare el déficit por cuenta corriente.

Sin embargo, todo eso podría cambiar. Así lo advierten desde CaixaBank Research, quienes avisan de que "las reglas del juego que han facilitado que disponga de uno de los mejores marcos institucionales del este de Europa están siendo modificadas y están tomando un cariz que puede acabar siendo lesivo para los intereses polacos a medio y largo plazo".

Los analistas de CaixaBank Research consideran que el peor escenario podría suponer que Polonia vaya a encarar una época de menor concesión de crédito, un mayor coste de financiación y una percepción internacional más adversa.

Y es que se ha modificado el funcionamiento del Tribunal Constitucional, se ha aumentado el intervencionismo en los medios de comunicación y la banca y se ha dado un giro expansivo a las finanzas públicas incrementando el gasto social. Además, se han relajado los procedimientos de control presupuestario y se han tomado medidas de imposición tributaria discrecional sobre la banca.

La banca es uno de los sectores más afectados por estos cambios. En 2015, el Gobierno fijó una serie de limitaciones al tipo de interés del crédito al consumo, al igual que se estableció una tasa bancaria, una mayor aportación al Fondo de Garantía Bancaria (equivalente al Fondo de Garantía de Depósitos en España) y un plan para cambiar las hipotecas en francos suizos a eslotis. Desde CaixaBank Research avisan de que los efectos de la tasa bancaria "serán notablemente adversos" ya que conllevará una reducción "apreciable" de la rentabilidad del sector, concretamente que un 20% del sector se sitúe en pérdidas.

La nueva financiación del Fondo de Garantía Bancaria podría representar, informa CaixaBank Research, que los bancos aumentasen un tercio sus aportaciones anuales, en total aumentarían unos 260 millones de euros. Ante esto, señalan que, ya que los beneficios totalers del sector fueron en 2015 de unos 3.500 millones de euros, "la mayor parte de los analistas consideran que la banca polaca sencillamente no puede asumir el coste y que la legislación será más realista a la postre".

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *