Finalmente, la retirada de EEUU de las negociaciones para alcanzar un Acuerdo de Asociación Transpacífico en enero de 2017 no ha conseguido echar abajo el proyecto de un tratado comercial que sume a los países más pujantes de Lejano Oriente, el Sudeste asiático, Oceanía y el continente americano. Así lo ha confirmado este martes desde […]
Dirigentes Digital
| 24 ene 2018
Finalmente, la retirada de EEUU de las negociaciones para alcanzar un Acuerdo de Asociación Transpacífico en enero de 2017 no ha conseguido echar abajo el proyecto de un tratado comercial que sume a los países más pujantes de Lejano Oriente, el Sudeste asiático, Oceanía y el continente americano. Así lo ha confirmado este martes desde Suiza el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en el Foro Económico Mundial que se está celebrando en Davos, anunciando que los 11 países que siguen en la mesa de negociación firmarán el acuerdo en su próxima reunión de marzo, que se celebrará en Chile. El discurso de Trudeau en Davos ha servido para frenar las especulaciones de que Canadá también se retiraría del TPP, debido a su reticencia a negociar un recorte en sus normativas de derechos laborales y de protección a la propiedad intelectual para facilitar un consenso. El nuevo pacto comercial ha sido renombrado como Acuerdo Integral y Progresista para la Asociación Transpacífica, conocido como CPTPP o TPP-11 por sus siglas en inglés, y será firmado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Además del nombre, el nuevo acuerdo se ha reajustado para incluir varias reclamaciones que en el anterior tratado habían sido vetadas por EEUU, como las normativas sobre la fabricación de automóviles que rechazaba Japón o la suspensión de normas de propiedad intelectual a las que se oponía Canadá. La firma del CPTPP en marzo será posible gracias al esfuerzo de Japón, la principal economía del nuevo bloque, que, junto a Australia y México, ha conseguido evitar que Canadá y Vietnam abandonasen la negociación y alcanzar un consenso dentro del calendario prefijado. De este modo, el PIB combinado de los 11 países del CPTPP sumará 12,6 billones de dólares y supondrá el 15,8% de la economía mundial. Estos datos quedan lejos del peso económico del bloque antes de la retirada de EEUU, que supondría un 40% del PIB mundial, pero suponen un importante contrapeso al dominio económico de China en la región. De hecho, el comercio entre los 11 miembros del nuevo tratado transpacífico alcanzó un volumen de 356.000 millones de dólares en 2016, por lo que la retirada de aranceles sobre productos agrícolas e industriales que lleva aparejado el acuerdo podrían disparar el intercambio entre los nuevos socios. A pesar de las reticencias de los representantes canadienses a lo largo de las negociaciones, Trudeau ha afirmado en Davos que el CPTPP servirá para “rechazar la tendencia anticomercial en la globalización que nos perjudicará a todos”, al tiempo que centrará la negociación en “las preocupaciones y el bienestar de nuestros ciudadanos”. El primer ministro de Canadá también ha hecho mención al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se está celebrando su sexta ronda de renegociación en la ciudad canadiense de Montreal, asegurando que no cederá en su empeño de convencer a Donald Trump de que el acuerdo “es beneficioso tanto para sus firmantes, EEUU, México y Canadá, como para el resto del mundo”.