La transformación digital se está desarrollando cada vez más en España. El efecto directo que tendrá la digitalización sobre la vida cotidiana será que pasaremos la mitad del tiempo en un entorno de realidad digital o virtual, conforme a las estimaciones que presenta Aenoa, una institución de formación para el empleo. Sin apenas percibirlo, las […]
Dirigentes Digital
| 06 feb 2018
La transformación digital se está desarrollando cada vez más en España. El efecto directo que tendrá la digitalización sobre la vida cotidiana será que pasaremos la mitad del tiempo en un entorno de realidad digital o virtual, conforme a las estimaciones que presenta Aenoa, una institución de formación para el empleo. Sin apenas percibirlo, las empresas adquieren herramientas tecnológicas y digitales que facilitan el trabajo diario. En primer lugar, la disponibilidad de herramientas digitales representará una oportunidad importante para mejorar el funcionamiento de las empresas. A la vez, estos instrumentos requieren una puesta en funcionamiento eficaz, además de unas necesidades de mantenimiento cada vez más específicas. Las consecuencias directas de las innovaciones están relacionadas con la tipología de los puestos de trabajo y con su cantidad. Según el Observatorio para el Análisis y Desarrollo Económico de Internet (Adei), la próxima década estará marcada por la creación de 3,2 millones de empleos que tendrían que ver con ocupaciones como físicos, ingenieros, profesionales en tecnologías de la comunicación y especialistas en finanzas. Según el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional, estas ocupaciones relacionadas con la digitalización atesoran el mayor potencial de crecimiento durante los próximos diez años. En cambio, en España aún no representan un gran porcentaje del total. Según datos de 2016, tan solo el 28,5% de los empleos pertenecían a este tipo de ocupaciones, y para 2025 la relevancia de estos trabajos con respecto al total alcanzaría el 30%. Incluso las estimaciones de futuro se encuentran por debajo de la media de los países de referencia como son EEUU, Reino Unido y Alemania, que se encuentran alrededor del 43%. En un rango de menor especialización y en un margen temporal de 15 años podríamos asistir a la generación de 600.000 empleos en tareas más relacionadas con el factor humano y que convivan con la robotización. Sin embargo, esta creación de trabajos conlleva la sustitución de determinados empleos por la automatización que proporcionan robots y otras herramientas. El cálculo de Adei es que se destruirían 1,4 millones de empleos. El saldo total hasta principios de 2030 podría dejar un total de 2,5 millones de puestos de trabajo. En cualquier caso, la innovación tecnológica originaría un aumento de la productividad del 1,3% anual de media, lo que repercutiría en la mejora de los salarios.