Pocas entidades reconocen que han sufrido amenazas de Luis Pineda, salvo BBVA, Caja Madrid, CreditService y Novagalicia, según reconoce el juez Santiago Pedraz en el auto de prisión de Luis Pineda, presidente de Ausbanc, y Miguel Bernard, secretario general de Manos Limpias. La asociación utilizaba sus publicaciones especializadas para encubrir los ingresos por las presuntas extorsiones. Según se desprende de la investigación, Pineda desvió más de siete millones de euros en los últimos cinco años desde Ausbanc a empresas privadas.
Entre los mejores clientes se encuentra Banco Santander, que realizó aportaciones de alrededor de un millón de euros anuales por convenios de publicidad. DIRIGENTES se ha puesto en contacto con la entidad pero no ha obtenido respuesta.
Unicaja también fue otro de los clientes más destacados en meter publicidad. A cambio, la entidad debía pagar un millón de euros en dos plazos, uno de 600.000 antes de la declaración judicial y otro de 400.000 después. Unicaja había pagado a Ausbanc un total de 617.127 euros en 2016, una cantidad que reseña el juez Pedraz es "muy superior" a la pagada en años completos precedentes. Normalmente, las entidades cerraban acuerdos publicitarios anuales sobre los 300.000 euros.
Pero la relación con Santander va más allá. Desde 2011, el hijo de Luis Pineda trabaja para Santander en Reino Unido en el departamento de Corporate & Investment Banking, dedicado a grandes cuentas empresariales. En su momento, el fichaje pasó desapercibido porque en las mismas fechas coincidió la incorporación de Alonso Aznar Botella, hijo de José María Aznar, a las filas del banco.
Sin embargo, las buenas relaciones entre la entidad presidida por Ana Patricia Botín y Ausbanc, no siempre han sido tan buenas. La asociación se personó en la causa contra el Banco Santander en 2009 por la comercialización de un producto financiero que acarreó problemas con Hacienda y que casi termina con Emilio Botín en el banquillo de los acusados. Sólo unos meses después Ausbanc retiró la acusación particular contra la entidad. A partir de este momento, la opinión de las publicaciones de la asociación cambió radicalmente, incluso pasó a defender la desimputación del banquero del proceso que duró más de una década.
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