El estudio GfK Clima de Consumo para Europa muestra que, al cierre de 2017, los españoles se han mostrado menos optimistas sobre las expectativas económicas, de ingresos y sobre su disposición a comprar respecto al trimestre anterior. De este modo, el indicador de expectativas económicas de España cae seis puntos respecto al tercer trimestre de […]
Dirigentes Digital
| 18 feb 2018
El estudio GfK Clima de Consumo para Europa muestra que, al cierre de 2017, los españoles se han mostrado menos optimistas sobre las expectativas económicas, de ingresos y sobre su disposición a comprar respecto al trimestre anterior. De este modo, el indicador de expectativas económicas de España cae seis puntos respecto al tercer trimestre de 2017, situándolo en 18 puntos, la cifra más baja del año y muy alejada del máximo de 51 puntos que marcó España en el cuarto trimestre de 2015. Así, mientras otros ocho países de Europa superan los 30 puntos en sus expectativas, España ha perdido parte de su puntuación debido a que el crecimiento de las cifras macroeconómicas del país no parece generar una pespectiva favorable de futuro en la ciudadanía. Desde GfK, se apunta a la incertidumbre en Cataluña como uno de los motivos de este retroceso, desplazando a otras preocupaciones más cercanos al día a día de los ciudadanos, como la temporalidad de su empleo, las diferencias salariales producto de la discriminación de género o la conciliación laboral. Respecto a las previsiones de ingresos, España se deja los cuatro puntos que había sumado en el tercer trimestre y se sitúa en 12 puntos, que contrasta con los 31 puntos del último trimestre de 2015. De este modo, los encuestados dejan entrever que la recuperación económica no se ha trasladado a la mayoría de hogares. GfK señala que los elevados niveles de paro y temporalidad de los empleos, así como los bajos índices salariales, han arrastrado este indicador a la baja y destaca que esta situación no se revertirá hasta que no se perciba la creación de empleo de calidad y una subida salarial real. Respecto a las previsiones de gasto de los hogares, España ha perdido los avances del trimestre anterior, el primero en el que mostraba valores positivos, y el índice ha vuelto a situarse en el nivel cero, que marca el equilibrio entre el número de encuestados optimistas y pesimistas, lo que la compañía de investigación de mercados atribuye a al desempleo y a la prevalencia de la temporalidad laboral. Respecto a Europa, el estudio muestra un clima general de confianza que se deja atrás las incertidumbres de la recesión. De este modo, la estabilización política y la mejora económica se han traducido en subidas en los indicadores en la mayoría de los países analizados hasta niveles positivos. 12 de los 16 países analizados se encuentran en valores positivos en el índice de expectativas económicas. De ellos, cuatro superan los 40 puntos y otros cuatro los 30. Los países que más han recuperado la confianza en su economía son Alemania, Francia y Austria, que presentan las mayores subidas respecto al trimestre anterior. En cambio, Reino Unido, que se ha situado en niveles negativos desde el anuncio del Brexit, sigue siendo uno de los países menos optimistas en su previsión económica, a pesar de mejorar 5 puntos respecto al tercer trimestre de 2017. Italia y Grecia también se mantienen en negativo, pero mejorando sus perspectivas entre 4 y 6 puntos. Este clima de optimismo se mantiene en el indicador de expectativas de ingresos. Al igual que en el tercer trimestre de 2017, de los 16 países, sólo cuatro están en valores negativos (Bélgica, Francia, Italia y Grecia). Destaca la mejora de Italia de 7 puntos, mientras que Alemania es el país más optimista con 54 puntos, seguido de República Checa y Austria, con 42 y 37 puntos. Por último, en la disposición a comprar, de nuevo los ciudadanos en Alemania son los que más confían en realizar gastos de importancia en los próximos meses con este indicador situado en 57 puntos. A nivel general, solo Grecia y Reino Unido están en números rojos, aunque siete de los países analizados han bajado en su confianza respecto al trimestre anterior. El experto en consumo de GfK, Rolf Bürkl, asegura que el año pasado “la confianza en el crecimiento económico de Europa ha aumentado significativamente. Debido a este aumento, las personas también esperan mayores salarios. Las expectativas de ingresos son positivas en gran parte de Europa, pero solo son ligeramente más altas en comparación con 2016″. Bürkl señala que GfK prevé un aumento en el gasto de los hogares en la Unión Europea (UE) en 2018 de entre un 1,5 y un 2%. Por ese motivo, el experto afirma que “la economía europea continuará siendo respaldada por el consumo privado”. El objetivo del estudio es medir la percepción de la población con respecto a la situación de su país y de su hogar en los próximos 12 meses, comparada con los últimos 12. Con los resultados obtenidos se calculan tres indicadores que miden la opinión pública respecto la situación económica de su país, así como sobre los ingresos y la intención de gasto en sus hogares.