Las cuentas corrientes en España no es un producto rentable para mantener los ahorros. Debido a que los tipos medios se han reducido de forma drástica tras la crisis economía hasta situarse en estos momentos en niveles del 0,05 %, según los últimos datos facilitados por el Banco de España. De todas formas, a través […]
Dirigentes Digital
| 27 feb 2018
Las cuentas corrientes en España no es un producto rentable para mantener los ahorros. Debido a que los tipos medios se han reducido de forma drástica tras la crisis economía hasta situarse en estos momentos en niveles del 0,05 %, según los últimos datos facilitados por el Banco de España. De todas formas, a través de diferentes estrategias bancarias, este rendimiento puede elevarse hasta el 5 % si se cumplen ciertas condiciones en su contratación. Como por ejemplo, domiciliar la nómina, mantener un saldo más potente o incluso vincular la cuenta a otros productos bancarios (plan de pensiones, fondos de inversión o seguros). Cualquier incentivo sirve para atraer a los clientes hacia este producto bancario. No obstante, esta deficiencia en el rendimiento de las cuentas puede ser corregida a través de otras entradas de liquidez que serán muy interesantes para una buena parte de los usuarios. Una de las más generalizadas se canaliza por medio de la domiciliación de toda clase de recibos domésticos. Desde los procedentes de los servicios para el hogar (luz, agua, gas…) a los tributos locales o estatales y seguros sociales. A parte de suponer mayor comodidad para gestionarlos en sus plazos correspondientes, implica que en algunas de las cuentas impulsadas desde los bancos se obtenga una recompensa en forma de dinero en metálico que será disfrutada todos los meses. DEVOLUCIÓN DE HASTA EL 3% DE LAS FACTURAS Las cuentas que devuelven dinero por los recibos domésticos han llegado para quedarse definitivamente. Como consecuencia de la estrategia de las entidades financieras para impedir una fuga de clientes hacia otros bancos y una de las mejores formas para conseguirlo se materializa con una recompensa por su fidelidad. Así, estas ofertas ofrecen unas bonificaciones de entre el 1 % y 3 % sobre el total del importe de los recibos domiciliados. Con unos límites impuestos por los propios bancos para que el resultante de esta operación no sea muy oneroso para sus beneficios empresariales. De esta forma, los clientes no pueden acceder a devoluciones superiores a 200 euros anuales. Ciertamente no es un importe muy exigente, pero servirá al menos para minimizar la subida de algunos suministros para el hogar. Como por ejemplo, el de la luz que subió durante 2017 un 10 % y la tendencia para este ejercicio va en la misma línea a pesar de haberse congelado la parte regulada. GENERAN INTERESES DEL 3% De cualquier manera, esta estrategia comercial de los bancos está complementada por otras medidas. Una de las más llamativas es el rendimiento de los ahorros al 3 % con que aplican algunas entidades de crédito a sus cuentas. Muy por encima del interés medio de estos productos bancarios. Aunque en la mayoría de los casos solamente para tramos monetarios de la cuenta muy pequeños, por debajo de 10.000 euros. Otra de sus principales aportaciones es que cuentan exención en el pago de comisiones y otros gastos derivados de su gestión o mantenimiento. En lo que se constituye como un modelo de ahorro que tiene como objetivo fidelizar a sus clientes. Esta la propuesta que ha empezado a comercializar Banco Santander a través de su Cuenta 1 2 3. Es la que ofrece una mayor bonificación en los recibos, hasta un 3 % y con un interés nominal anual del mismo porcentaje. Con el único requisito de aportar unos ingresos fijos todos los meses de al menos 600 euros, tener domiciliados tres recibos en los últimos meses y realizar seis o más movimientos con las tarjetas de crédito o débito asociadas a la cuenta. CON LA NÓMINA POR DELANTE De todas formas, no se trata de una operación gratuita tal y como se demuestra en la oferta del Santander, ya que la mayoría de las cuentas de estas características requieren de sus titulares la domiciliación de los ingresos procedentes de sus trabajos o rentas. En formato de nómina, pensión, prestación por desempleo o incluso aceptando el pago de la seguridad social en los trabajadores autónomos. A veces con unos importes muy exigentes (por encima de 1.000 euros) que restarán algo de eficacia a las bonificaciones de las facturas vinculadas con la cuente corriente. La Cuenta Expansión Plus es la respuesta que ha dado Banco Sabadell a esta necesidad de los clientes. Con un 1 % en la bonificación de los recibos, por un máximo de 50 euros. De esta forma, pueden recibir hasta 600 euros todos los años por su domiciliación. Por otra parte, ofrece un interés medio del 3 % sobre un saldo máximo a remunerar de 10.000 euros. Bajo esta misma tendencia, se ha confeccionado la Cuenta Corriente de Oficina Directa que devuelve el 2 % de las facturas domiciliadas, aunque con un límite en la bonificación de 120 euros brutos anuales. Al igual que en otras cuentas de similares características se exige a sus titulares que aporten unos ingresos mínimos de 1.000 euros mensuales. Mientras que finalmente Openbank ha lanzado al mercado la Cuenta Nómina Open y que como su nombre indica requiere de la domiciliación del salario del cliente. Para que de esta manera recupere el 1 % de los recibos de la luz, gas, teléfono, móvil e Internet. Otra medida complementaria para incentivar su atractivo se basa en proporcionar descuentos en gasolina, restaurantes, moda, ocio y alojamientos hoteleros, entre otros servicios.