La inversión extranjera en España alcanzó en 2017 los 36.122 millones de euros brutos. Este dato, incluido en el Registro de Inversiones Extranjeras que ha publicado este martes la Secretaría de Estado de Comercio, implica un crecimiento interanual del 0,7% hasta sus mejores datos desde 2008. Sin tener en cuenta desinversiones, el resultado neto de 2017 […]
Dirigentes Digital
| 20 mar 2018
La inversión extranjera en España alcanzó en 2017 los 36.122 millones de euros brutos. Este dato, incluido en el Registro de Inversiones Extranjeras que ha publicado este martes la Secretaría de Estado de Comercio, implica un crecimiento interanual del 0,7% hasta sus mejores datos desde 2008.
Sin tener en cuenta desinversiones, el resultado neto de 2017 se situaría en 24.545 millones de euros de inversión foránea, lo que supone un retroceso del 12,3 % respecto a 2016. Sin embargo, Comercio señala que, comparado con la media de los últimos cinco años, la inversión bruta creció un 25,6% y la neta un 18,7%.
Mientras, creció un 52% la inversión extranjera para nuevas aportaciones a empresas en forma de nuevas constituciones o ampliaciones, que acaparan casi el 79% de la inversión productiva bruta, mientras que el 21% restante corresponde a la adquisición de empresas ya constituidas, que reflejó un retroceso del 62%.
La inversión productiva neta se redujo un 36%, hasta los 12.323 millones de euros, debido al incremento de las desinversiones en un 80%. La Secretaría de Estado de Comercio señala que la mayor parte de esta retirada de la inversión provino de una única operación que no tiene impacto en la economía porque no implica reducir actividad.
Descontadas las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), que no generan efectos económicos significativos, la inversión productiva bruta se redujo un 7,2%, hasta los 23.758 millones, mientras que las de ETVE crecieron un 20,6%, hasta los 12.365 millones, debido a tres operaciones puntuales que equivalen al 73% de la inversión de este tipo de entidades.
Por origen, el primer inversor es Luxemburgo, que supone el 20,9 % del total, seguido de Alemania (13,6 %), Reino Unido (13,1 %), Estados Unidos (10,7 %) y Francia (9,7 %), países que concentran el 68 % de la cifra global. EEUU, por su parte, abandona el puesto de primer inversor y baja a la cuarta posición por la caída de un 50,1% de las inversiones.
De este modo, los países de la OCDE suponen el 93,1 % de las inversiones recibidas desde el extranjero, a pesar de que su aportación cayó un 5,3 % respecto al año anterior. Sin embargo, las inversiones desde la Unión Europea han crecido un 18,7%, hasta constituir el 70,2 %.
Por comunidad de destino, Madrid atrajo 14.500 millones de euros en inversiones foráneas, lo que representa el 61% del total neto y un crecimiento respecto a 2016 del 25%. Le sigue Cataluña, con 3.000 millones de euros, que representan una caída del 39,8%, aunque en el cuarto trimestre del año se recuperó inversión extranjera por valor de 910 millones de euros.
Por sectores, la actividad inmobiliaria recibió el 13,2 % de los fondos, seguida del suministro de electricidad y gas (10,3 %), los servicios financieros (7 %), las telecomunicaciones (6,7 %) y el comercio al por mayor (6,4 %), que en total representan casi la mitad de la inversión del año.
La inversión española en el exterior se redujo un 42% en 2017 hasta los 30.736 millones, aunque en términos netos se produjo una desinversión de 2.606 millones de euros, un 106,5 % inferior a la un año antes. La inversión española se dirigió fundamentalmente a EEUU (14,2 % del total), Francia (14,1 %) y México (8,7 %), mientras que los mayores retrocesos se produjeron en Irlanda (77,5 % menos) y Reino Unido (93,6 % menos).