En un contexto marcado por la proliferación del pago digital y las criptomonedas, los billetes y monedas podrían convertirse en auténticas piezas de coleccionista. Si bien en España la tendencia de los pagos digitales aún no ha calado entre los consumidores, lo cierto es que las tarjetas de débito y el pago por transferencia se […]
Dirigentes Digital
| 10 abr 2018
En un contexto marcado por la proliferación del pago digital y las criptomonedas, los billetes y monedas podrían convertirse en auténticas piezas de coleccionista. Si bien en España la tendencia de los pagos digitales aún no ha calado entre los consumidores, lo cierto es que las tarjetas de débito y el pago por transferencia se usan casi tanto como el metálico. Y un tercio utiliza el dispositivo móvil en tiendas físicas a pesar de que su implantación aún no es lo suficientemente madura en este país. Un hecho que da pistas sobre hacia donde evolucionará la manera de pagar en un futuro no tan lejano. De eso sabe y mucho, además, el director general de PayPal para España y Portugal, Raimundo Sala. En Suecia algunos bancos han dejado de ofrecer efectivo por falta de demanda. ¿Esa tendencia se trasladará al resto de Europa en un corto plazo? Estamos viendo que hay una transformación mundial sobre el metálico. Se quiere eliminar porque es sucio complicado y además, fomenta el fraude y la evasión fiscal. En España casi el 14% del PIB es economía sumergida y eso es algo que la sociedad debe ir eliminando poco a poco. En países como Suecia van un paso más allá. A día de hoy hay gente que no han visto una corona sueca en su vida. No saben cómo es, no lo han tocado porque desde que han entrado en el mundo han utilizado una tarjeta o sistemas de pago digitales. Por tanto, se trata de una tendencia que va avanzando. En países como en España nos gustaría que fuera más rápido y llegará, pero va a tomar su tiempo. Cada vez hay más aplicaciones que poco a poco van a ir evolucionando en todos los mercados pero parece que va a ir lento. No es inmediato. ¿Es posible que esta lentitud en España derive de una falta de cultura financiera? Le afectan muchos aspectos. Por un lado, falta de cultura financiera y, por otro, que no todos los establecimientos disponen de los dispositivos que requieren los sistemas de pago. De hecho en España hay muchas tiendas, sobre todo en el sector de la restauración, que siguen sin aceptar tarjetas, lo que obliga a los consumidores a llevar dinero en efectivo. Entonces hasta que esto no cambie y que podría llegar a través de una regulación que de la posibilidad de pagar con tarjeta, va a ser complicado que se implanten los nuevos métodos porque históricamente hay una tradición muy fuerte de llevar dinero. Algunos establecimientos fijan un importe mínimo de compra para poder pagar con tarjeta, lo que fuerza al usuario a llevar efectivo. ¿Qué debería cambiar? Por ley se puede pagar cualquier importe con tarjeta, por lo que esto es una decisión del comercio. Estableciendo un importe mínimo se expone a una pérdida de clientes porque en ese momento no dispongan de efectivo. Hay muchas formas de hacerlo y existe una gran cantidad de comercios en España que asumen esa comisión. La nueva directiva de pago europea establece menos del 0,5% porcentual del importe total, con lo que prácticamente se trata de un gasto irrisorio que cualquier empresa podría asumir, sobre todo para dar un servicio a los usuarios que es lo que tienen que hacer. ¿Cómo pueden ayudar las criptomonedas a impulsar los pagos digitales? Desde PayPal somos fieles creyentes de facilitar los pagos con cualquier tipo de moneda y método de pago siempre y cuando esté regulado y haya una entidad reguladora en medio que garantice la estabilidad y la seguridad de esa moneda. El problema es que siguen sin estar reguladas, no hay un mercado real controlado que facilite un valor mínimo de esa moneda y siga una serie de normas. Entonces de momento con PayPal no puedes pagar ningún tipo de criptomoneda simplemente porque no hay una normativa que la controle. Es algo en lo que estamos trabajando. Somos fieles clientes de Blockchain utilizamos esta tecnología para realizar nuestras transacciones siempre y cuando sean monedas que se encuentren reconocidas por la ley. ¿Qué aspectos legales se deberían trabajar? Las soluciones digitales ya se están reconociendo y se están realizando cambios en la legislación para que sea así. La mayor dificultad radica en que en diferentes regiones del mundo la legislación es muy diferente y la tecnología también lo es. Eso provoca barreras. Sabemos que la legislación va siempre por detrás de la tecnología y la innovación y es difícil poder llevarlos pero hay un trabajo muy grande de evangelización y de educación para que los reguladores vayan modificando las leyes acorde al contexto. Lo que mejor funcionaría es intentar eliminar el efectivo porque aporta relativamente poco a la economía, es poco solidario y además fomenta situaciones que no están recogidas en el marco legal. También se deberían ofrecer soluciones tecnológicas en zonas menos favorecidas que no tienen acceso a esa tecnología. Las funciones de pagos digitales realmente son económicas, muy eficientes y facilitan el comercio. Entre 2013 y 2015 desempeñaste el cargo de responsable de estrategia comercial para grandes, pequeñas y medianas empresas, ¿cómo pueden ayudar los nuevos métodos de pago a una pyme? Una pyme tiene que usar la tecnología sí o sí. No entiendo una pequeña o mediana empresa que no tire de la tecnología para optimizar sus recursos. Es fundamental. Al final cualquier tipo de transacción que pueda realizar de manera rápida o que ayude a gestionar ese negocio redundará en un aumento del volumen de negocio. En ese caso, poder realizar un pago o solicitar un pago de una factura que has emitido te ayuda a mantener ese flujo de caja de manera sana para que no tengas problemas de capital o de financiación en tu empresas. En un negocio lo importante no es vender, sino cobrar lo que has vendido. Y las nuevas herramientas les van a ayudar en este sentido. ¿Cuándo se producirá un futuro sin efectivo? Hay un objetivo temporal que es el marco 2020 donde algunos países nórdicos tienen como objetivo eliminarlo al 100% y el resto de países iremos un poco más lentos. Ojalá fuese como mucho en el 2025, pero es un proceso muy ambicioso y muy difícil y creo que tardará un poco más Pero cada vez se están dando pasos más rápidos para que eso ocurra en la mayor brevedad posible y con todas las garantías.