Disfrutar durante un día completo de El Cairo puede ser una aventura cuando menos apasionante. En 24 horas el viajero tiene la posibilidad de presenciar los tesoros que esconde esta maravillosa ciudad y dejarse envolver por un ambiente lleno de historia y cultura milenaria. Aunque solo en la visita al impresionante museo egipcio de El […]
Dirigentes Digital
| 22 mar 2018
Disfrutar durante un día completo de El Cairo puede ser una aventura cuando menos apasionante. En 24 horas el viajero tiene la posibilidad de presenciar los tesoros que esconde esta maravillosa ciudad y dejarse envolver por un ambiente lleno de historia y cultura milenaria. Aunque solo en la visita al impresionante museo egipcio de El Cairo se podría invertir un solo día, organizar un itinerario exprés donde tengan cabida los lugares más emblemáticos de esa asombrosa metrópoli, es posible.
Partiendo de la base de que se aconseja no ir en verano para evitar así las altas temperaturas que se registran en la época estival, los expertos recomiendan comenzar el recorrido por la capital de Egipto en la Pirámides de Guizá. Ubicadas a 18 kilómetros al suroeste de la ciudad el conjunto funerario que las integra alberga una extensión de 160 kilómetros cuadrados. Está abierto al público entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde.
Una vez inmortalizada la instantánea en las Pirámides y la Gran Esfinge, lo ideal es visitar el Museo Egipcio de El Cairo donde más de 136.000 objetos transportarán al viajero a todas las etapas de esta antigua cultura. Salas con momias, esculturas, grabados e incluso el gran tesoro del famoso faraón Tutankamón son algunas de las joyas que alberga. Además, en los alrededores del edificio hay numerosos restaurantes para reponer fuerzas degustando la cocina local y empaparse del ambiente popular. Imprescindible rematar el almuerzo con un aromático té.
Por la tarde los mercaderes vuelven a exponer sus mercancías en los bazares. El más famoso, -Khan el Kalili- es una fiesta para todos los sentidos, gracias a la intensa mezcla de colores y olores que emanan de los puestos de especias, que se funden con el bullicio que emana de los callejones donde los vendedores regatean la venta.
A la caída del sol, con unos grados menos, es el momento perfecto para visitar la Ciudadela de Saladino, una de las fortalezas de estilo medieval más grandes. En ella se pueden encontrar tres mezquitas y museos destinados a actividades bélicas medievales. Lo ideal es pasear tranquilamente esta fortaleza y disfrutar de las bellas vistas que ofrece la ciudad.
Para descansar tras un intenso día, cerca del museo egipcio se concentran gran variedad de clubes y restaurantes para sumergir al turista en la vida nocturna cariota. En ellos se puede escuchar música local y compartir un buen rato en compañía de la gente autóctona. Los bares del Baladí, situados en la zona de Sharia también son otra opción interesante para el arranque de la fiesta. Pero no busques el ambiente en sábado porque allí la vida nocturna se vive los miércoles y jueves.