Hablar de Galway, tanto de la ciudad como del condado, es hacerlo de un territorio que oferta un sinfín de posibilidades que fusionan enclaves naturales sorprendentes, rincones llenos de ritmo y sabores inconfundibles; todo ello aderezado con un ingrediente común: la autenticidad. 2018 es un año especial para Galway, en el que ostenta el título […]
Dirigentes Digital
| 28 mar 2018
Hablar de Galway, tanto de la ciudad como del condado, es hacerlo de un territorio que oferta un sinfín de posibilidades que fusionan enclaves naturales sorprendentes, rincones llenos de ritmo y sabores inconfundibles; todo ello aderezado con un ingrediente común: la autenticidad. 2018 es un año especial para Galway, en el que ostenta el título de Región Europea de la Gastronomía, ofreciendo a habitantes y viajeros un amplio catálogo de deliciosas citas y eventos. Su potencial culinario se basa en materias primas locales como la carne procedente de ganadería criada en sus verdes pastos, el pescado y el marisco de sus costas y cultivos como los cereales o la patata, tan presente en la despensa irlandesa. La costa oeste de Irlanda encuentra en Connemara una parada ineludible en su recorrido gastronómico. Se trata de un territorio especial impregnado de colores tenues, caracterizado por montañas que desembocan en turberas. Aquí, los sabores más tradicionales y vanguardistas se dan cita de la mano del producto local, fusionando tierra y mar. Sus colinas son el escenario donde se cría el Connemara Hill Lamb, una raza autóctona de corderito que se alimenta de hierbas aromáticas y pastos regados por el rocío atlántico, de sabor y textura únicos, protegida por la Unión Europea debido a su condición de Indicación Geográfica Protegida. Su cercanía con el mar hace que productos como los mejillones y las ostras sean protagonistas de festivales monográficos como el Connemara Mussel Festival (4-6 de abril) o el Galway Oyster Festival (28-30 de septiembre) respectivamente. Otros de los productos que brillan con luz propia, también en resto de Irlanda ,son el bacalao y más mayoritariamente el salmón, que se ahúma en ahumaderos artesanales tal y como dicta la tradición. Mención especial merecen otras elaboraciones como el Seafood Chowder, una crema con diversos pescados y mariscos, sopas de verduras como la col o la zanahoria, el pavo relleno, el tradicional estofado irlandés, el black pudding, el white pudding o los emblemáticos sándwiches, apetecibles a cualquier hora del día acompañados de una Guiness. 2018 será un año marcado por una intensa agenda de eventos cuyo epicentro será la gastronomía, la diversidad cultural, la educación o la sostenibilidad y el cuidado del planeta, entre otros aspectos. Así, aún con la resaca del Galway Food Festival, concluido ayer, destacan, además de los mencionados, el Wild Atlantic Way Food Festival(9-14 de abril), una oportunidad perfecta para conocer la historia gastronómica de la zona a través de actividades de ocio, demostraciones y visitas a productores y granjas; el Seafest, que del 29 de junio al 31 de julio mostrará el potencial y la herencia de los recursos marítimos de Irlanda por medio de actividades que divertirán a toda la familia o el Connemara Green Festival, previsto entre el 12 y el 14 de octubre, que celebrará con orgullo la biodiversidad de este enclave natural y la bondad de la Madre Naturaleza. Además, locales y visitantes podrán disfrutar de otras citas como Good For Ireland TouRRoirs(23 y 24 de abril) que tratará disciplinas como la Alimentación, el Turismo o la Cultura en favor del crecimiento sostenible; Claregalway Garden Festival, en julio, que supondrá una exaltación del medioambiente, el paisaje, la música y la poesía o el festival Food on the Edge (22 y 23 de octubre), que reunirá a chefs y amantes de la cocina de todo el mundo para debatir acerca de los retos que afronta el sector de la industria alimentaria y los pasos a seguir para crear un mejor entorno global.