Desarrollar hoy las habilidades del futuro

Ciatech es la compañía líder actual en tecnología digital para la educación en Brasil. Creada en 1996 como empresa familiar, entre sus logros se presenta como la autora del primer proyecto de realidad virtual en educación corporativa en ese país, desarrolladora de la plataforma de capacitación de voluntarios para los Juegos Olímpicos Rio 2016 y creadora de un posgrado en marketing digital. Algunos de sus clientes son Banco Santander, Nestlé y Mastercard, aunque atiende empresas de todos los tamaños. “La transformación digital está ocurriendo en todas las esferas. Promover rupturas digitales implica cambios desde el modo de trabajar hasta el propio modelo de negocio. Será necesaria una fuerte cultura de aprendizaje continuo y flexible para desarrollar y retener los mejores talentos”, sostiene Marisa Nannini, directora de Capacitación Coporativa B2B, en la presentación de un estudio de tendencias hacia 2020. Con base en esa prospección, la compañía lanzó este año Sapiencia 2020. Juliana Grande, ejecutiva de Negocios, indica a DIRIGENTES en una entrevista en Sao Paulo, Brasil,  que es “un programa para desarrollar hoy las habilidades digitales del futuro y para mantener relevantes a las empresas en un mercado en rápida transformación”. ¿En qué consiste Sapiencia 2020? Es un producto diseñado, a partir de técnicas de Bersin, Deloitte y otras consultoras de recursos humanos, para desarrollar hoy habilidades que serán necesarias en el futuro en todo tipo de compañías y para todos los colaboradores. Estas habilidades son las de pensar digital, encontrar soluciones rápidas y ágiles, desarrollar nuevos modelos de negocio, construir experiencias y conectar con otros y colaborar. Son habilidades que estimulamos a través de 37 cursos orientados a que el colaborador aprenda permanentemente y de manera rápida. ¿Qué ventajas otorga a una empresa la capacitación digital? Reducción de costos, velocidad y productividad. Un entrenamiento presencial, por ejemplo, demanda, para cada grupo que se debe capacitar, una inversión en infraestructura, transporte, alimentación, etc. Supongamos, 15 euros por persona. Si el curso dura tres días, el costo llegaría a 45 euros. Si los grupos suman 100.000 personas, tenemos entonces 4,5 millones de euros. Ahora, en el modo digital, la empresa paga una única vez el curso y lo tiene disponible por tiempo ilimitado. Así, para esa misma cantidad de personas, por caso, podría costar 20.000 euros. Vale decir: 0,20 euro por colaborador. ¿Cuál es el estado digital actual en las empresas latinoamericanas? Hace un año iniciamos en Brasil un proyecto de escuela para comercio minorista que incluía la expansión hacia Chile, Perú y Bolivia, pero las empresas de esos países no adhirieron, porque allí aún no creían en lo digital. Pero ahora ha comenzado a interesar y por eso estamos conversando con empresas que trabajan con otras tecnologías, como realidad aumentada, transmisión en vivo en plataformas, para asociarnos en sinergias que nos permitan ofrecer un paquete más completo al cliente. ¿Cuál es la principal resistencia en el ambiente corporativo tradicional? En general, el colaborador tradicional alega falta de tiempo o usa un dispositivo desactualizado. Hemos observado, no obstante, que si el entrenamiento tiene el patrocinio de un gestor, director o presidente de la compañía, la adhesión llega al 80%. Por eso es importante saber qué quiere la empresa, por qué y para qué. Nosotros hacemos un mapeo y tres meses después entregamos la estrategia, los indicadores clave (KPI) y las recomendaciones de implementación, pero la empresa debe tener también una estrategia de comunicación muy eficaz. Nosotros mostramos que lo digital no excluye lo presencial, sino que lo complementa de manera sistémica. Por ejemplo, hacemos un entrenamiento virtual para impartir toda la parte teórica de un curso y utilizamos el encuentro presencial para la práctica y aplicación directa al negocio. ¿Cómo aplican el concepto de ludificación? Trabajamos con el concepto de trilhas (senderos), que son caminos para alcanzar un objetivo final a través de los cuales se conquistan puntos al superar etapas o completar ciclos. Estos puntos sirven tanto para componer el salario como para impulsar la promoción del colaborador. Todos los parámetros de ludificación están alineados con los objetivos de la empresa contratante y de acuerdo con sus criterios de observancia (compliance). ¿Cuáles han sido vuestros casos más exitosos de uso de AI y realidad virtual? Desarrollamos un chatbot para orientar a los ingresantes de una compañía respecto de los conocimientos que debían adquirir para ejercer su función. Para determinar ello, el chatbot aplicaba una entrevista, diseñada con inteligencia artificial, y presentaba a continuación los cursos adecuados. También lanzamos un curso de inglés que transcurre totalmente en un escenario de realidad virtual. En una de las clases el alumno se pone las gafas y llega a Nueva York, donde debe resolver una serie de dilemas desde que desembarca en el aeropuerto. Superados los obstáculos iniciales, gana un paseo por la ciudad para conocer los principales puntos turísticos, todo virtual y siempre en inglés.