Una vez finalizado el plazo de adhesión, el acuerdo de refinanciación ha sido suscrito por los bonistas y una gran mayoría de los bancos acreedores, según ha comunicado la compañía.
Los bonistas, que concentraban 850 millones de euros, representaban el 45% de la deuda objeto de refinanciación por lo que su respaldo era fundamental para que triunfase el plan de reestructuración propuesto para garantizar la viabilidad futura de la compañía, acuciada por una deuda financiera de 2.000 millones.
La firma del acuerdo de refinanciación, explica la empresa, conlleva la inyección de fondos para la recuperación de la normalidad en las operaciones. A los 50 millones de euros ya aportados por los principales bancos comprometidos con la refinanciación, detalla, se sumarán con carácter inmediato otros 150 millones.
El acuerdo de refinanciación estructura la deuda financiera del grupo en tres tramos. Un primer tramo A, de 200 millones de euros (ampliables en otros 75), de dinero nuevo. Un segundo tramo B, de 550 millones (ampliables hasta 750), que se considera la deuda sostenible de acuerdo con la capacidad de generación de recursos del grupo. Y un tercer tramo C, de 1.400 millones de euros, que formará parte de la estructura de capital mediante diversos instrumentos de conversión.
Tal y como prevé el propio acuerdo, el siguiente paso será el nombramiento de un nuevo consejo de administración, que estará formado por siete consejeros independientes y dos ejecutivos. Así, Nemesio Fernández-Cuesta será el nuevo presidente ejecutivo de Isolux Corsán, mientras que el actual consejero delegado, Antonio Portela, se mantendrá en el puesto.
Con este proceso, el conjunto de bancos que participan en la operación y los bonistas tendrán un 95 % del capital de Isolux Corsan, mientras que los actuales accionistas verán reducida su participación al 5%.
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