"Para gustos, colores", reza el refrán y en lo que respecta a este encuentro hay opiniones para todo. Desde los expertos que argumentan a favor de esperar, no sólo por el incierto contexto actual sino porque la débil inflación da margen a la autoridad monetaria para actuar en otro momento; hasta los que creen que […]
Dirigentes Digital
| 14 sep 2015
"Para gustos, colores", reza el refrán y en lo que respecta a este encuentro hay opiniones para todo. Desde los expertos que argumentan a favor de esperar, no sólo por el incierto contexto actual sino porque la débil inflación da margen a la autoridad monetaria para actuar en otro momento; hasta los que creen que no importa el cuándo, porque es un evento prácticamente descontado, que traerá volatilidad en el corto plazo y será absorbido por los mercados pasados unos días; pasando por los que consideran que el momento es ahora, porque se ha alcanzado el pleno empleo (la tasa de paro cayó en agosto hasta el 5,1%) y la credibilidad del banco central está en juego.
Pero ¿qué piensan los propios miembros de la Fed? También "de todo un poco". Si empezamos por la "cabeza", no hemos oído hablar a su presidenta, Janet Yellen, desde que en julio compareciera ante el Congreso apuntando a que sería "apropiado" aumentar los tipos en algún momento de este año. Su ausencia del simposio de Jackson Hole nos ha impedido saber qué opina tras este turbulento verano, pero el vicepresidente, Stanley Fischer, declaró en dicho evento que el precio del dinero debe subir, eso sí, eligiendo bien el momento de hacerlo, sin aclarar cuándo sería este "tiempo adecuado". Reconoció que la inestabilidad del mercado y la fortaleza del dólar son factores a considerar, pero siempre en su justa medida y bajo un prisma temporal.
Mientras tanto, los gobernadores Lael Brainard, Jerome Powell y Daniel Tarullo se han mostrado más reticentes a dar el visto bueno al inicio de la normalización de los tipos. En junio, el primero señaló que la Fed debe "dar tiempo" a los datos para mostrar la fortaleza del mercado laboral y el repunte de la inflación; y el tercero advirtió también en dicho mes que la economía estadounidense había perdido momentum. Por su parte, Powell reconoció a principios de agosto que no estaba seguro de apoyar una incremento de los tipos en septiembre; antes había apuntado a la posibilidad de dos subidas este año.
Mucho más tajante es el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, quien ya en julio consideraba que no debería elevarse el precio del dinero hasta mediados del año que viene. Mientras, William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York, considera que es un repunte de los tipos en septiembre "es ahora menos convincente", pues "la tensión en los mercados internacionales podría afectar a las perspectivas del empleo. Al mismo tiempo, John Williams, presidente de la Fed de San Francisco, ha declarado que no está seguro de que la Fed vaya a subir los tipos este año…
Por el contrario, Jeffrey Lacker y Dennis Lockhart, presidentes de la Fed de Richmond y Atlanta, respectivamente, son más partidarios de iniciar el repunte de los tipos. Tras el Informe de Empleo de agosto, el primer afirmó que el mercado labora es los suficientemente fuerte y los precios están aumentando lo suficientemente rápido como para justificar esta medida; mientras que el segundo cree que aún hay "probabilidades" de una subida en septiembre.