Schroders se reconoce "prudente" acerca del crecimiento global y, aunque considera que los temores que apuntan a una recesión son exagerados, también advierte que "el principal riesgo ‘conocido pero incierto’ es la posible devaluación del yuan". No creen estos expertos que "existan razones suficientes para que las autoridades debiliten la moneda y el hecho de […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2016
Schroders se reconoce "prudente" acerca del crecimiento global y, aunque considera que los temores que apuntan a una recesión son exagerados, también advierte que "el principal riesgo ‘conocido pero incierto’ es la posible devaluación del yuan".
No creen estos expertos que "existan razones suficientes para que las autoridades debiliten la moneda y el hecho de que se haya mantenido estable desde el siete de enero nos parece positivo".
Pero, opinan que "es probable que las autoridades tengan que volver a implementar controles de capital para mantener la estabilidad de la divisa, ya que subir los tipos en el país no es una opción. En este contexto, creemos que nuestra hipótesis de guerra de divisas (en la que China devaluaría un 20% su moneda, desencadenando reacciones en los demás países) es cada vez más probable".
Para la firma es preferible un único movimiento de esta envergadura, a una depreciación gradual del mismo valor, que es la opción que han elegido hasta ahora las autoridades. "Es probable que el yuan se estabilice en 6,8 dólares aproximadamente de cara a finales de año, frente al nivel actual de 6,58 dólares", estiman.
Con todo, barajan tres posibilidades: "La primera, y más positiva, es que los recientes movimientos tengan como objetivo primordial el mantenimiento de un tipo de cambio estable y ponderado por intercambios comerciales para el yuan, y esta seguirá siendo la base de la política monetaria. La segunda es que la debilidad de la divisa refleje los temores de las autoridades sobre el crecimiento y la deflación, y que se apliquen medidas políticas de mayor envergadura en el futuro, posiblemente una devaluación considerable. Para el economía global, especialmente para los mercados, esto tendría un impacto drástico a corto plazo. Por último, otra opción es que las autoridades no controlen la situación (ya que las salidas de capitales están mermando su determinación para defender la divisa), y que la depreciación sea el camino más fácil. Nuestra hipótesis de base sigue siendo la opción más positiva, pero creemos que la devaluación es un riesgo claro", concluyen.
"Es importante más coordinación monetaria internacional"
Reformas, ajustes, mayor flexibilidad… pero, la cuestión, señalan desde Citi, "es si tendrán el tiempo preciso para que estas medidas tengan el impacto positivo previsto. Dicen que las reformas y ajustes tienen a corto plazo siempre costes, que pueden ser minimizados por la mejora de la confianza hacia el futuro. Y sin embargo, la continua salida de reservas exteriores puede ser un indicador de que por el momento no se ha obtenido esta confianza imprescindible en este momento. En paralelo, la recuperación del consumo privado sigue precisando de unas condiciones financieras favorables, empleo y una mayor visibilidad a futuro".
Así, el bróker estadounidense concluye: "Es importante más coordinación monetaria internacional. Que la presión sobre la moneda se reduzca, permitiendo que su caída sea ordenada y dejando más margen de maniobra para aplicar una política monetaria expansiva al People’s Bank of China (PBoC por sus siglas en inglés)".