El diagnóstico parece claro, el petróleo sufre de un gran exceso de oferta, al que se suma una demanda que no termina de convencer, a vueltas con la desaceleración de la economía global. La cura, también: reducir la producción. De momento, el hundimiento de los precios está provocando el cierre de muchas plataformas y la […]
Dirigentes Digital
| 07 abr 2016
El diagnóstico parece claro, el petróleo sufre de un gran exceso de oferta, al que se suma una demanda que no termina de convencer, a vueltas con la desaceleración de la economía global. La cura, también: reducir la producción. De momento, el hundimiento de los precios está provocando el cierre de muchas plataformas y la reducción masiva de la inversiones en el sector pero no termina de ser suficiente… el mercado ‘quiere’ que los grandes productores OPEP y ‘no OPEP’ contribuyan.
Y todos los ojos están puestos en la reunión que mantendrán en Doha a mediados de este mes de abril, en la que debería formalizarse el acuerdo de ‘congelar’ la producción en niveles de enero. Sin embargo, Irán parece poco dispuesta a sumarse a esta ‘medida’ ahora que ha conseguido volver al mercado tras las sanciones, y Arabia Saudí quiere que participen todos…
Tom Pugh, de Capital Economics, ‘rompe una lanza’ a favor del ‘pacto’ y cree que "aún es probable que se alcance algún tipo de convenio, incluso sin la participación plena" de Irán. Con todo, reconoce que "no cambiará las ‘reglas del juego’. La recuperación sostenida de los precios probablemente requiera de recortes firmes y de un aumento de la demanda, por lo que el siguiente gran movimiento en este sentido no se producirá hasta el próximo año, cuando el mercado estará mucho más cerca del equilibrio".
Así, prevén que en 2016 tanto Brent como West Texas cierren en torno a los 45 dólares, para repuntar a los 60 en 2017.
Misma estimación baraja Saxo Bank, en cuyo informe de perspectiva para el segundo trimestre reconoce, no obstante, que las "materias primas vuelven a dar señales de vida". Concretamente, sobre el crudo cree que "el mercado finalmente comenzará a centrarse en la cuestión de cuándo se cruzarán las líneas de la oferta y la demanda. Los fundamentales no están preparados para apoyar un precio del Brent muy por encima de los 45 dólares por barril, máxime teniendo en cuenta la pendiente de la curva forward, que está comenzando a proporcionar al esquisto estadounidense oportunidades de cobertura a 12-15 meses".
Por su parte, Fidelity considera que este año "el problema del exceso de oferta global se corregirá debido a la no viabilidad económica de muchas fuentes de petróleo, que desencadenará una reducción de la oferta en un contexto de crecimiento continuado de la demanda de petróleo".
Considera que los precios "se mantendrán bajos a corto plazo en términos históricos". Ahora bien, a medio (próximos dos o tres años), "no nos sorprendería asistir a un regreso a los niveles de las últimas décadas, cuando el petróleo (West Texas) estaba en precios medios de 80 dólares. Ese nivel sería muy superior al consenso de Bloomberg actual: 57 dólares en 2017-19".
Finalmente, Citi cree que la estabilización "ha comenzado a ocurrir", pero matiza: "Estabilizarse no significa que inicien un repunte. De hecho, en los mercados financieros se dice que cuando no caen acaban subiendo. Pero, el mercado del crudo no es un mercado financiero. Y hay factores coyunturales (exceso de oferta) y estructurales (alternativas como fuente energética… con precios a la baja) que limitan su escalada".