Bancos Centrales: pura distorsión en el mercado

En un reciente informe, los analistas de Citigroup lamentaban el nuevo mundo en el que se desarrollan unos mercados de renta fija y renta variable "profundamente disfuncionales", citando, entre otros factores, la nula relación que existe ya entre los beneficios empresariales y los spreads de crédito o la reducción estructural de la volatilidad pese a una serie de vientos en contra de macro.

La correlación entre los diferenciales corporativos de Estados Unidos y apalancamiento de las empresas se ha roto desde 2011, mientras que los mercados de valores se hacen eco de la indiferencia relativa del mercado de renta fija con respecto a las malas noticias corporativas. Desde 2012, por ejemplo, revisiones a la baja de consenso expectativas de ganancias en los mercados desarrollados no han ido acompañados de los mercados de valores de ventas masivas.

Los expertos explican en su informe cómo en Europa, el aumento en las malas noticias en los últimos años ha tenido poca correlación con los spreads de crédito. Y lo mismo ha ocurrido en EEUU. Según indican, por lo general, cuando la economía es boyante, los bonos del Gobierno dejan de ser tan atractivos y los diferenciales corporativos se tensan, ya que los inversores mantienen buenas perspectivas de crecimiento que justifican la toma de riesgos, y viceversa.

Sin embargo, esta correlación negativa se ha roto en los últimos años. Los expertos apuntan a la relación entre los rendimientos del bund alemán y los diferenciales del grado de inversión en la Zona Euro. Y lo mismo ocurre con el treasury americano y los spreads corporativos estadounidenses. "Lo que en estos días es bueno para la renta fija es bueno para el créditoy las acciones", explican, advirtiendo que en este escenario, los beneficios de la diversificación de activos en cartera se diluyen completamente.

Desde la firma también señalan la contradicción de una volatilidad inferior a pesar de un aumento de estas correlaciones de activos, y de otros retos a los que se enfrentan los inversores como las próximas elecciones de Estados Unidos, las noticias negativas en Japón y los riesgos políticos en Europa.

A pesar de la dependencia extrema de los mercados sobre las políticas monetarias, el entorno sin precedentes de bajo crecimiento y baja inflación en el largo plazo obliga a los gestores a extremar la prudencia en los activos de riesgo. Para los expertos de Pioneer Investments, pese a que el tono de bancos centrales sigue siendo acomodaticio, su capacidad para afectar a los mercados financieros se está desvaneciendo. "Sin una política fiscal adecuada, los mercados siguen expuestos al riesgo de cometer errores", advierten.

A su juicio, "los bancos centrales, demasiado centrados en no decepcionar al mercado, podrían resultar peligrosos para la estabilidad financiera". Según indican, el fortalecimiento vivido estos meses atrás por el euro frente al dólar estadounidense, a pesar de la nueva oleada de intervenciones por parte del BCE y del Banco de Japón, es "un indicio de que la manipulación de divisas, un elemento fundamental en las políticas de los últimos años, podría llegar a su fin, si se tiene además presente la posición del G20 en contra de las devaluaciones competitivas unilaterales".

Así, a los expertos les preocupa que, al final, los bancos centrales dejen de ser parte de la solución para convertirse en parte del problema "si esta situación se prolonga inusualmente durante demasiado tiempo y no cuenta con el apoyo adecuado de las políticas fiscales".

hemeroteca

Add a comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *