En las últimas semanas, son muchas las voces que apuntan a que los mercados financieros de países emergentes habrían tocado fondo después de mucho tiempo de rendimientos negativos. No se trata de que vaya a comenzar un nuevo rally, sino más bien de que cualquier noticia positiva impacte favorablemente, en ciertos segmentos del mercado. Al […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2015
En las últimas semanas, son muchas las voces que apuntan a que los mercados financieros de países emergentes habrían tocado fondo después de mucho tiempo de rendimientos negativos. No se trata de que vaya a comenzar un nuevo rally, sino más bien de que cualquier noticia positiva impacte favorablemente, en ciertos segmentos del mercado.
Al fin y al cabo, el índice MSCI Emerging Markets ha perdido un 30% de su valor desdemáximos de 2011, y actualmente cotiza 12 veces las ganancias estimadas, casi un tercio por debajo de la valoración del S&P 500 estadounidense. Aún así, una firma mantiene la prudencia, advirtiendo que el modelo de crecimiento de estos países está acabado, y que será muy difícil volver a ver las cifras macro que hace años eran la envidia de los desarrollados.
En una nota a clientes haciendo un repaso del año, el economista jefe de Citi, Willem Buiter, advierte que "es imposible declarar a los emergentes fuera de peligro". A su juicio, hay dos riesgos latentes que aún amenazan la recuperación de estas economías. El primero y más obvio, la primera subida de tipos de la Reserva Federal desde 2006, que previsiblemente se producirá este mismo mes de diciembre.
El experto estima que los flujos hacia los mercados de bonos emergentes, por ejemplo, se situaron por encima de la media desde que la Fed comenzó a flexibilizar su política monetaria, "poniendo en riesgo unos 300.000 millones de dólares" una vez la política monetaria comience a normalizarse.
La misma opinión manejan desde Renta 4 Banco. Para la firma, los inversores se han vuelto a situar en la misma complacencia que tenían el pasado marzo, "y nada parece inquietarles mientras Draghi siga anunciando que hará "todo" lo que sea necesario (whatever)". Para ellos, la pregunta es si ese nuevo "momento marzo", es sostenible. "La respuesta es que no lo es, y no lo es sobre todo a la vista del elevado endeudamiento de algunas economías emergentes, en gran parte en dólares, y a la vista de que las repercusiones en la propia economía norteamericana de un dólar fuerte son muy negativas". Y es que con un billete verde al alza y las materias primas cayendo, "ni la economía norteamericana va a despegar ni los emergentes van a poder pagar sus deudas".
Para la firma, la siguiente fase de la crisis financiera global será precisamente la de la deuda de algunos emergentes, "una crisis que podría tener su detonante en la subida de tipos por la Fed sobre todo si a esa subida la precede una ampliación sustancial de los programas de estímulo monetario del BCE".
El otro factor de riesgo es, de nuevo, China. Según indica Buiter desde Citi, "un renminbi más débil constituye un shock negativo para la competitividad en los mercados emergentes".
Los expertos llaman también la atención sobre el hecho de que, en otras ocasiones, las economías desarrolladas podrían haber tirado del carro de los emergentes. Pero el débil crecimiento global evidencia que eso ya no es posible. En este escenario, Buiter habla de un "modelo de crecimiento roto", en relación al esplendor que vivieron estas regiones cuando este se basaba en la inversión dirigida por el crecimiento de China y del comercio global, durante 2002 y 2013.
El experto explica que, si bien hay caminos para la recuperación de los mercados emergentes, a través de las monedas baratas o un mayor gasto en infraestructura, "la región va hacia un crecimiento menor que en años anteriores".