50 años después, Samuelson podría haber hecho el mismo "chiste", pues desde 1966 ha habido diez ocasiones en las que el S&P 500 ha entrado en "territorio bajista", cayendo más de un 20% desde máximos, pero sólo en seis de ellas se han producido antes/durante una recesión. De hecho, los tres mayores descensos bursátiles (cercanos […]
Dirigentes Digital
| 22 feb 2016
50 años después, Samuelson podría haber hecho el mismo "chiste", pues desde 1966 ha habido diez ocasiones en las que el S&P 500 ha entrado en "territorio bajista", cayendo más de un 20% desde máximos, pero sólo en seis de ellas se han producido antes/durante una recesión. De hecho, los tres mayores descensos bursátiles (cercanos al 50% o superiores) han coincidido con crisis económicas.
Ahora bien, los mercados bajistas "pequeños" no han tendido a ir acompañados de una recesión. Por ejemplo, de las cuatro ocasiones en las que la contracción en el S&P ha sido de entre el 20% y el 25%, sólo una ha coincidido con una crisis. Debemos tener en cuenta, además, que estas correcciones han reflejado a menudo acontecimientos externos, como en 2011 debido a Grecia.
Estos datos, señala Capital Economics, pueden dar cierto grado de "comodidad" a todos aquellos preocupados por si las recientes pérdidas del S&P 500 son la antesala de una nueva recesión. "Después de todo, la caída desde máximos ha sido de ‘sólo’ el 15% (menos del 20-25% que normalmente precede a las crisis económicas)", explican. Y, añaden: "La principal causa ha sido extranjera: las preocupaciones en torno a China".
Sin duda, reconocen, el índice podría ver nuevos mínimos, pero, "ya ha recuperado en torno a un 5% desde el ‘suelo’ y creemos que es más probable que siga avanzando". Su previsión para el principal selectivo del mundo apunta a los 2.100 puntos a cierre del año. Asimismo, esperan que la "economía estadounidense crezca a un ritmo bastante saludable, allanando el camino para que la Reserva Federal (Fed) ajuste su política monetaria aún más", concluyen.
En este sentido, Russ Koesterich, responsable de estrategias de Inversión para BlackRock, explica que en un mundo en el que "los estímulos de los bancos centrales están perdiendo su influencia sobre los mercados, los inversores dependen del crecimiento de los beneficios para los retornos bursátiles (algo que será difícil de alcanzar en un entorno de desaceleración). Todo esto sugiere que la volatilidad seguirá y que podremos ver valoraciones más bajas antes de que podamos asumir que hemos tocado fondo a largo plazo".
Ahora bien, este experto afirma que "vale la pena destacar que, más allá del tono cada vez más pesimista, la economía de Estados Unidos no se está cayendo por un precipicio". Con todo, su recomendación para navegar estas turbulentas aguas es "seguir haciendo hincapié en las empresas de gran capitalización".