Finalmente el BCE hizo "su trabajo" y no defraudó las expectativas de unos mercados que reaccionaron con fuertes alzas al programa anunciado por su presidente, el italiano Mario Draghi (ver detalles del mismo en sección de Economía). Si los analistas esperaban un programa de compra de entre 500.000 millones y 1 billón de euros, en […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Finalmente el BCE hizo "su trabajo" y no defraudó las expectativas de unos mercados que reaccionaron con fuertes alzas al programa anunciado por su presidente, el italiano Mario Draghi (ver detalles del mismo en sección de Economía). Si los analistas esperaban un programa de compra de entre 500.000 millones y 1 billón de euros, en el mejor de los casos, el anunciado ayer por Draghi, que en principio durará hasta septiembre de 2016 (18 meses), puede llegar a superar holgadamente la parte alta del intervalo, ya que el BCE mantendrá su programa de compra de bonos privados y soberanos durante el tiempo que sea necesario para impulsar al alza las expectativas de inflación, actualmente muy por debajo del objetivo de que ésta se sitúe cerca, pero por debajo, del 2% -las expectativas actuales que maneja el BCE para la inflación media en los próximos 10 años son del 0,9%-. La medida incluso sorprendió a otros bancos centrales por su tamaño, forzando al Banco Central de Dinamarca a bajar sus tipos de referencia por segunda vez en lo que va de semana.
Como era de esperar, los miembros más pro "ajuste cuantitativo" tuvieron que convencer a los más reacios, concretamente a los alemanes y sus aliados. Para ello cedieron en un tema controvertido como es la mutualización del riesgo. En el programa diseñado, en lo referente a la compra de bonos soberanos, se mutualizará sólo el 20% del riesgo, asumiendo el resto los bancos centrales de los países en cuestión. Nos parece razonable que se cediera en este punto si con ello se alcanzó el principal objetivo: la aprobación del plan de compra de bonos por un importe de 60.000 millones al mes. Como dijo Draghi, lo importante son las compras y el inyectar liquidez al sistema ?es evidente que los tipos de interés no tienen mucho más margen de caída, no siendo éste el principal objetivo del plan-, no quién las haga.
Tras el anuncio los inversores tardaron un buen rato en asimilar el plan hasta que, como hemos dicho, finalmente "dieron su beneplácito" al mismo. Así, las bolsas europeas, y también las estadounidenses, cerraron con fuertes alzas, el euro se depreció con fuerza en relación al resto de principales divisas, especialmente frente al dólar ?esta mañana ya estaba por debajo de los 1,14 dólares por euro-, mientras que los bonos subían con fuerza, reduciéndose tanto las rentabilidades como las primas de riesgo de los países de la periferia de la región. En este sentido, señalar que la rentabilidad del bono 10 años español cerró ayer en su mínimo histórico, el 1,41%, mientras que la prima de riesgo terminó muy cerca de los 100 puntos básicos.
Entendemos que lo anunciado por Draghi ayer será muy positivo para los mercados de renta variable de la Eurozona a medio plazo, ejerciendo como una importante "red de seguridad" frente a las importantes incertidumbre de tipo económico y político que seguro que seguirán afectando a los mercados en los próximos meses, empezando por las elecciones generales griegas de este fin de semana. Aunque el programa de compra de bonos presentado ayer por el BCE también puede incluir la compra de bonos soberanos griegos, ésta estará condicionada a que el nuevo Gobierno cumpla con el acuerdo alcanzado con sus acreedores. Cualquier negativa a ello generará tensiones y puede tener un impacto negativo puntual en los mercados de bonos y renta variable de la periferia del euro, aunque la actitud y el compromiso mostrado por el BCE creemos que impedirá que se produzca el "efecto contagio" de hace unos años. El riesgo, por tanto, creemos que está en gran medida contenido, aunque no descartamos que una victoria de los radicales de izquierda Syriza, más si esta es holgada, ponga nerviosos a los inversores y produzca una pequeña corrección en el corto plazo en los mercados financieros de la región, más aún, teniendo en cuenta el nivel de sobre compra que muestran muchos valores tras las fuertes alzas de la última semana.
Antes, no obstante, los inversores dispondrán de nuevas e importantes referencias para conocer en qué estado inician las principales economías de la región el año. Así, hoy se publicarán en la Eurozona y en Alemania y Francia los índices adelantados de actividad, lectura preliminar de enero, de los sectores de servicios y de las manufacturas. Los analistas esperan ver una mejora respecto a diciembre (ver estimaciones en cuadro adjunto), algo que sería bien recibido por los mercados ya que, a partir de ahora, y con el plan del BCE en marcha, las cifras macro positivas serán los principales catalizadores de las bolsas en los próximos meses.
Por otro lado, señalar que el precio del crudo volvió a caer ayer con fuerza, hecho que fue obviado por los mercados pero que sigue siendo un factor de riesgo por todo lo que ello conlleva ?afecta a muchos sectores de actividad, activos, y países-. El motivo de esta caída fue que los inventarios de crudo crecieron en EEUU la semana pasada mucho más de lo esperado, hasta situarse a su nivel más alto en 80 años, casi nada. Hoy el precio de esta materia prima repunta algo tras la muerte del rey de Arabia Saudita, hecho que puede generar cierta incertidumbre al ser un potencial factor desestabilizante en la mayor región productora del petróleo del mundo.