La RSC de Inditex tropieza con la ‘cultura’ china

CCOO denuncia en un duro informe las condiciones laborales de los trabajadores chinos de proveedores que trabajan para Inditex. Once horas diarias de lunes a sábado, otras ocho los domingos, dos días de descanso al mes y quince días de vacaciones. Describe jornadas interminables, que superan de largo la propia legislación china y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de manera generaliza, en cuatro fábricas de la región de Guangzhouque proveen  principalmente para la filial de calzado Tempe de Inditex. El documento también reconoce mejoras en cuanto a salarios y en producción en los últimos años.

Pero lo más destacable del informe es la dificultad de aplicación de "los estándares de trabajo decente", a pesar de las medidas impulsadas desde Inditex e IndustriALL Global Union, una organización sindical trasnacional de la que forma parte CCOO. "Existe un aparentemente nulo interés del gobierno y del sindicato oficial en relación con unas jornadas de trabajo que suponen un evidente atentado al concepto de trabajo decente", explican los autores Isidor Boix  y Víctor Garrido, que han inspeccionado las instalaciones con entrevistas y trabajo de campo. Han observado que lo habitual es la realización de 11 horas diarias de lunes a sábado, y muchas veces 8 horas más los domingos, lo que supone de 20 a 34 horas extra semanales, lo que supondría de 85 a 145 horas extra al mes, muy por encima del tope legal de 36 horas semanales establecidas por la legislación laboral china y por encima de las 60 horas semanales límite que establece la OIT.

Las horas extras están detrás de estas leoninas jornadas. Los trabajadores aumentan su jornada en dos o tres horas diarias, ya que buena parte del salario dependen de ellas. "En una de las fábricas los trabajadores firmaban a diario su disponibilidad de hacer horas extras. Preguntadas varias trabajadoras y trabajadores sobre la dureza de estas condiciones de trabajo, los de más edad contestaban que era más duro el trabajo en el campo", detallan los sindicalistas, pero admiten que se está relajando la obligatoriedad de realizarlas, aunque la mayoría ni se plantean no hacerlas.

Trabajo a destajo

"Un trabajador nos dijo que al contratarle ya le advirtieron de que en la fábrica se trabajaba sábados y domingos. Otro matizó que para dejar de hacer horas extra en la semana había que pedir permiso, pero no para dejar de acudir el domingo", siguen explicando. Reconocen que es una práctica generaliza de difícil corrección, "lo que exige iniciativas que incidan en el conjunto del sector". DIRIGENTES se ha puesto en contacto con Inditex para confirmar este extremo del documento y comparte buena parte de las conclusiones del informe, pero inciden en que los trabajadores suelen a trabajar por pieza, lo que en caída de pedidos se traduce en una reducción de jornada efectiva.

Tanto el sindicato como la compañía comparten la dificultad de aplicar estándares occidentales de trabajo por el choque cultural, como en el caso de la ausencia de las cotizaciones a la Seguridad Social. "Debería ser de más fácil solución que el de la duración de la jornada de trabajo en la medida que no parece tan generalizado su incumplimiento. Es evidente que las aún reducidas prestaciones del sistema limitan el propio interés de los trabajadores, a lo que se suma el escaso rigor de las instituciones del país en la exigencia y control del cumplimiento de su propia legislación. Pero es necesario también plantearse cómo se le hace frente", plantean los autores.

Sin sindicatos

El sindicato constata la ausencia de sindicatos u organización que defienda los derechos de los trabajadores. En China sólo existe el oficial. "Podríamos hablar de no sindicalismo", destacan Boix y Garrido. Explican que la afiliación "oficial" es del 100%, sobre todo en grandes fábricas, pero resaltan que buena parte de los trabajadores no sólo no sabían si en su empresa había sindicato, "sino que para identificar lo que era el sindicato fue necesario preguntarles si sabían quién organizaba el karaoke", pese a que pagaban su cuota mensual de afiliación.

Desde Inditex destacan que el informe también subraya las mejoras de los salarios o la mejora de la calidad de producción, fruto de este trabajo conjunto con el sindicato. El documento indica que las nóminas están por encima del salario mínimo por ley, aunque "la retribución en el taller era por piezas, a destajo, pero en la hoja de salarios se señalaba y calculaba como si fuera por horas trabajadas, horas extra incluidas.

La compañía reconoce que "hay áreas en las que hay que incidir más para seguir mejorando, fundamentalmente control de horas trabajadas y la sindicalización en las empresas,  que es el objetivo común del equipo de trabajo constituido entre el sindicato e Inditex".

Aplicación de Código de Conducta

Como las principales empresas del sector, la principal herramienta de la compañía para controlar los excesos de sus proveedores en terceros países es el Código de Conducta, de obligado cumplimiento por los socios locales, donde se establece unos mínimos de condiciones laborales. El informe recoge que en la mitad de las fábricas analizadas tenían expuesto el documento en inglés,  de las cuales en una en chino, "aunque en casi todas en lugares poco transitados por la mayoría de los trabajadores".  Los autores constataron que los trabajadores no conocían las exigencias de Inditex a la empresa en la que trabajan, pero sí lo conocía la dirección de las fábricas.

Al Código de Inditex están adheridas más de 7.000 fábricas en todo el mundo y su incumplimiento supone la ruptura relación comercial. La compañía establece auditorías a sus proveedores antes y durante el acuerdo de suministro. El informe confirma que la compañía aplica los estándares de calidad en el empleo a empresas auxiliares que son utilizadas en picos de producción.

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