Al Gobierno de Renzi no le quedará más remedio que rascarse el bolsillo, a costa del contribuyente, si no quiere ver como quiebra el banco más viejo del mundo. La ampliación de capital de 5.000 millones de Banca Monte dei Paschi di Siena está a punto de irse al traste, según informa Reuters, no quedándole más remedio que pedir ayuda por fórmula clásica al Gobierno.
El banco toscano dio a conocer el pasado 29 de julio un plan de recapitalización por el que venderá una cartera de créditos dudosos por 9.200 millones y ampliará capital en 5.000 millones de euros. Renzi había esquivado la necesidad de un rescate clásico que hubiera supuesto pedir la intervención de Bruselas gracias a que la operación se iba a cubrir con la intervención del fondo de inversiones Atlante, una especie de banco malo financiado con capital privado y respaldado por el Estado. Ya salvó a pequeñas cajas hace unos meses por esta vía y evitó el control de la Comisión Europea.
Sin embargo, la agencia británica apunta a que el valor actual del banco, algo más de 550 millones de euros, lo que representa tan solo una novena parte del volumen de la ampliación de capital, podría desincentivar a los inversores.
El Ejecutivo italiano se resiste fuertemente a rescatar a Banca Monte de Paschi di Siena si los bonistas sufriesen pérdidas, en un caso que sería parecido a los preferentistas afectados por el rescate de Bankia.
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