Ayer en los mercados financieros europeos continuó la huída de los inversores hacia activos considerados de menor riesgo, actitud que volvió a penalizar el comportamiento de la renta variable de la región, lo que llevó a los principales índices bursátiles europeos a cerrar la jornada con fuertes pérdidas. El sector financiero: bancos, aseguradoras y compañías […]
Dirigentes Digital
| 07 jul 2016
Ayer en los mercados financieros europeos continuó la huída de los inversores hacia activos considerados de menor riesgo, actitud que volvió a penalizar el comportamiento de la renta variable de la región, lo que llevó a los principales índices bursátiles europeos a cerrar la jornada con fuertes pérdidas. El sector financiero: bancos, aseguradoras y compañías inmobiliarias, fue el más castigado junto con los valores relacionados con las materias primas y el petróleo. Cabe señalar que el índice Stoxx Europe que incluye los 600 mayores bancos de la zona se situó ayer por debajo de los niveles mínimos marcados en las jornadas inmediatamente posteriores al Brexit.
En este sentido, señalar que la banca italiana lideró las caídas, arrastrando tras de sí al resto del sector europeo. Los inversores temen que a estas alturas la "crisis bancaria" italiana sea inmanejable, sobre todo si la UE no autoriza al Gobierno Renzi a recapitalizar con dinero público las entidades más débiles. En principio AYER se comentó la posibilidad de que un nuevo fondo privado auspiciado por el Gobierno compre los "créditos malos" del Monte dei Paschi, la entidad de crédito italiana que necesita con más urgencia ser apoyada. Este hecho y la prohibición de tomar posiciones cortas en este valor impulsó al alza ayer la cotización del mismo (+6,1%), mientras que la del resto de entidades de crédito italianas volvía a ceder posiciones. Como venimos señalando desde hace días, este tema, la "crisis bancaria italiana" puede convertirse en un importante lastre para la renta variable de la Zona Euro si no se ataja rápidamente, dando una solución creíble y sostenible a la misma.
Pero ayer el otro factor que viene penalizando el comportamiento de los mercados de valores europeos, el Brexit, también volvió a entrar en juego. A parte de que a día de hoy se desconoce cómo y cuándo tienen previsto las autoridades británicas, que se encuentran más pendientes del desconcierto político generado por el resultado del referéndum que de otra cosa, iniciar el proceso, hecho que está generando gran incertidumbre entre los inversores, ayer se supo que otros tres grandes fondos inmobiliarios británicos habían suspendido los reembolsos y ya son cinco de entre los diez mayores los que lo han hecho. Este hecho augura una potencial crisis inmobiliaria en el país con todo lo que ello conlleva, especialmente para el sector bancario.
En Wall Street, sin embargo, los inversores se mostraron ayer más optimistas, lo que permitió a los principales índices terminar con significativos avances tras haber comenzado la jornada a la baja. En ello tuvo mucho que ver la publicación del índice de gestores de compra de los sectores de servicios, correspondiente al mes de junio, que estuvo muy por encima de lo esperado por los analistas, apuntando a una recuperación importante tanto de los pedidos como del empleo. Además, el giro al alza que dio por la tarde el precio del crudo también sirvió para calmar algo los ánimos de un mercado que, aunque se muestra preocupado por los posibles efectos del Brexit, de momento ve este factor como algo ajeno y lejano. La publicación de las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), que se celebró a mediados de junio, volvió a mostrar la división existente en el seno del mismo y la preocupación de algunos de sus miembros por la debilidad del crecimiento económico estadounidense y el mercado laboral. Es por ello que en la reunión se acordó ser prudentes y esperar antes de volver a subir tipos. Además, en la reunión se habló del potencial Brexit y de sus efectos. Todo ello nos hace pensar que, salvo que el crecimiento de la economía estadounidense repunte con fuerza en los próximos meses, no habrá subida de tipos en lo que resta de año, lo que, como siempre, servirá para complacer a los inversores más cortoplacistas, que están ávidos de liquidez.
Hoy esperamos que el positivo cierre de Wall Street permita a las bolsas europeas abrir al alza, e intentar recuperar algo de lo cedido en las últimas sesiones. La fortaleza mostrada por la libra esta madrugada, tras marcar ayer un nuevo mínimo en los últimos 31 años frente al dólar, y la estabilidad del precio del crudo tras la recuperación que experimentó en las últimas horas de la sesión de ayer, servirán para apoyar esta tendencia inicial de los mercados de valores europeos, al menos durante las primeras horas de la jornada. Posteriormente, serán las noticias que lleguen desde el Reino Unido (Brexit) e Italia (bancos) las que determinen si el rebote de las bolsas es sostenible o no.