Para llevar a cabo las arriesgadas propuestas, el presidente electo Donald Trump necesitará rodearse de gente muy válida y sobre todo, valiente. Ya han comenzado las apuestas para saber quién sustituirá a Jacob Lew al frente del Departamento del Tesoro. Este departamento se encarga de mantener la seguridad financiera así como de impulsar el buen funcionamiento de la economía del país. Trump ya dijo durante su campaña que si llegase a la Casa Blanca, le gustaría otorgar este puesto al empresario Carl Icahn de 80 años. Pero también se barajan nombres procedentes de Wall Street como el ex banquero de Goldman Sachs y director financiero de la campaña del candidato republicano, Steven Mnuchin y el del consejero delegado de J.P. Morgan, Jamie Dimon. También se especula, aunque en menor medida con la posibilidad de que Jack Welch, ex consejero de General Electric, asuma el cargo. Sea quien sea el elegido, una de sus principales tareas será encargarse de anular la reforma financiera Dodd-Frank diseñada para regular a la gran banca tras el azote de la debacle de la crisis de 2008. El puesto de secretario de Comercio podría recaer en el presidente del grupo siderúrgico Nucor, Daniel DiMicco. Su nombre también suena para convertirse en el negociador de los acuerdos comerciales internacionales de Estados Unidos, al igual que el del profesor de Economía Peter Navarro. Aunque se estarían disputando el puesto con el multimillonario Willbur Ross, fundador de WL Ross & Corp. Otro empresario, Harold Hamm, fundador de Continental Resources, ocuparía el Departamento de Energía. Hamm, una de las figuras claves del fracking y el crudo de esquisto, ha animado ya al presidente electo para desregular el sector de gas y de petróleo e incrementar las perforaciones en terreno federal. «Las regulaciones son excesivas», dijo a la CNBC tras conocerse la victoria del magnate. El especialista en capital de riesgo Robert Grady también está en la lista de candidatos al cargo. Por su parte, el senador de Tennessee, Bob Corker (64 años), actual presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, está en la lista para el puesto de secretario de Estado. De cara a ocupar la silla de Fiscal General, todo apunta a que el equipo de Trump está pensando en el ex alcalde de Nueva York y firme defensor del magnate durante toda la campaña Rudy Giuliani. El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, o el fiscal general por Florida, Pam Bondi, también entran en las quinielas. Para Defensa, Donald Trump habría pensado en el general jubilado Michael Flynn, ex jefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, que ha sido el principal asesor de Trump en este tema durante la campaña. El otro nombre que se baraja es el del antiguo consejero en seguridad nacional de George W. Bush, Stephen Hadley.
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