Bruselas ha rebajado las previsiones de crecimiento de España y apunta más déficit presupuestario tanto del comprometido, como del estimado por el Gobierno en funciones. Al mismo tiempo, lanza una advertencia clara: el mayor riesgo para el país son las medidas que se tendrán que adoptar para enmendar la desviación de 2015 y la ausencia […]
Dirigentes Digital
| 05 may 2016
Bruselas ha rebajado las previsiones de crecimiento de España y apunta más déficit presupuestario tanto del comprometido, como del estimado por el Gobierno en funciones. Al mismo tiempo, lanza una advertencia clara: el mayor riesgo para el país son las medidas que se tendrán que adoptar para enmendar la desviación de 2015 y la ausencia de Ejecutivo.
Coincide, Jean-Alexandre Vaglio, estratega del equipo de research de AXA IM, al llamar la atención sobre la falta de expectativas de que la nueva cita con las urnas traiga consigo un resultado más favorable, "aunque es altamente probable que esta vez sí se forme gobierno, pues una tercera ronda sería un tremendo fracaso". Asimismo, añade, "la consolidación fiscal y la independencia de Cataluña son los principales retos".
La firma espera que los partidos políticos "se comporten de manera diferente" en esta ocasión y apunta: "La presión será alta para que PP y PSOE formen una gran coalición como último recurso y evitar así otros comicios". Una vez formado el ejecutivo, "probablemente la primera prioridad será viajar a Bruselas para negociar una flexibilización del objetivo de déficit". Y añade: "Dado que, en todo caso, el Parlamento estará muy fragmentado, la consolidación de las cuentas públicas será un reto significativo en cualquier caso".
El segundo desafío será "aclarar la cuestión de la independencia de Cataluña". Las negociaciones, señala, "son muy necesarias en un momento en el que la deuda de la región es cada vez menos soportable".
Capital Economics se suma a la alerta. Reconoce que hasta ahora el mercado no se ha tensado ante la inestabilidad política, pero "las finanzas públicas son una fuente de preocupación". La firma estima que la economía española crecerá un 2,5% este año y un 2% el próximo: "Si nuestras perspectivas se confirman, entonces los ingresos fiscales estarán por debajo del objetivo. Por otra parte, la inestabilidad política significa que las reformas y medidas de austeridad pueden diluirse o incluso revertirse", declaran.
Así, creen que España no logrará cumplir con sus compromisos fiscales, "al menos, durante dos ejercicios más". Un hecho que, independientemente del resultado de los comicios de junio, aumentará las tensiones con la Unión Europea (UE). Y, aunque los mercados han sido optimistas hasta ahora, "con las preocupaciones en torno al Brexit y las incertidumbres sobre Grecia, existe claramente el riesgo de que el deterioro de España se sume a las crecientes presiones sobre la región", concluyen.
Por su parte, desde Citi recuerdan que "en España hemos estado mal acostumbrados por un bipartidismo histórico que ha podido gobernar en solitario entre mayorías absolutas y en minoría cuando fuera lo normal es gobernar en coaliciones. Aquí está la clave: la búsqueda de socios. Es cuestión de tiempo que nuestra clase política se acostumbre. Espero que de poco tiempo".
Pues, reconoce su estratega en España, José Luis Martínez Campuzano, mentiría si negara el impacto de este impasse en economía y mercados, aunque también si afirmara que éste está siendo elevado. "Nos protege un elevado dinamismo económico, en buena parte cíclico, y unas condiciones financieras favorables, propiciadas por el Banco Central Europeo (BCE). Pero, es también cierto, el futuro es algo más incierto por la dificultad de formar gobierno lo que afecta a las perspectivas de inversión a plazo. Y me refiero a las productivas, algo verdaderamente inquietante con una tasa de paro por encima del 20 % y con un nivel de deuda total casi tres veces el PIB (…) Sí, el tiempo va en nuestra contra en el caso de un impacto económico si la irregular situación política en España se prolonga", concluye.