La autonomía es aquella condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie, característica que no deberíamos desdeñar a la hora de manejar nuestras cuentas y la economía personal. Por este motivo, el banco digital Self Bank ofrece una serie de consejos con el fin de concienciar sobre la importancia de ser totalmente autónomo […]
Dirigentes Digital
| 27 jul 2016
La autonomía es aquella condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie, característica que no deberíamos desdeñar a la hora de manejar nuestras cuentas y la economía personal.
Por este motivo, el banco digital Self Bank ofrece una serie de consejos con el fin de concienciar sobre la importancia de ser totalmente autónomo en las finanzas:
1. Control de las cuentas. Conocer a la perfección cuáles son los gastos y los ingresos mensuales, qué dinero está disponible para ahorrar, qué gastos extras podrán producirse en cada uno de los meses del año… este es el primer paso para ser autónomo.
2. Conocer las herramientas puestas a tu disposición. Tanto la interfaz bancaria como las apps del propio banco u otras que sirven para la gestión financiera permiten numerosas opciones y posibilidades de gestión que facilitan enormemente el control de las cuentas.
3. Evaluar tus necesidades. ¿Por qué abrirse la cuenta que quiere tú banco? Debes conocer cuáles son tus necesidades antes de optar por una u otra cuenta: ¿nómina, cuenta ahorro, depósito? Una vez que sepas cuál es el objetivo de apertura de tu cuenta (para gastos ordinarios, para intentar ahorrar, para mantener el dinero a buen recaudo…).
4. Comparar antes de elegir. Antiguamente los padres abrían la primera cuenta al hijo en el banco familiar; pero una vez que se cumple la mayoría de edad cada uno puede tomar sus propias decisiones sobre dónde quiere tener su dinero. Para elegir una entidad bancaria lo mejor es utilizar comparadores que te informan sobre los pros y los contras de cada una de ellas, qué tipo de comisiones cobran, si las tarjetas o las transferencias tienen coste o no, o cuáles son los gastos de mantenimiento.
5. Vive dentro de tus posibilidades. Se debe establecer un presupuesto mensual o incluso diario para los gastos fijos del mes (alquiler o hipoteca, luz, teléfono, gas, agua, gimnasio, gasolina…) y reservar una partida para gastos extras u ocasiones especiales. En el caso de compras a largo plazo hay que tener en cuenta que este tipo de deudas no deberían exceder en ningún caso del 36% del ingreso mensual bruto.
6. Crea un calendario de gastos o previsiones. Hay que aprender no solo a administrar el dinero, sino a prever gastos que se van a tener a lo largo del año, como los libros de texto en septiembre, la revisión del coche en febrero, las vacaciones en verano, las navidades o eventos familiares como bodas, comuniones, cumpleaños o bautizos, para que no lleguen por sorpresa. De este modo, se puede rediseñar el presupuesto mensual para poder destinar fondos a estos fines.
7. No gastes más de lo que ingresas. Ceñirse al plan de gastos o al presupuesto mensual es fundamental para no depender de terceras personas o entidades de crédito o financieras. Si no se gasta más de lo que se ingresa se puede establecer un plan de ahorro que permita realizarse préstamos a sí mismo con un 0% de interés real, ya que el resto de métodos de préstamo conllevarán algún tipo de interés que aumentará el coste de la compra.
8. Estar informado. La información es poder ya que permite tomar decisiones propias y no impuestas y, de este modo, reafirmar la independencia. Conocer no solo las noticias económicas sino las novedades de tu entidad financiera es fundamental, leer los correos electrónicos o las cartas que envían, ya que en ocasiones el banco puede cambiar las condiciones de alguno de sus productos y servicios y que estos no te convengan, o que tengan alguna novedad que se adapte mejor a tus necesidades.
9. Ponte metas a corto plazo. Se debe procurar poner metas a corto, medio y largo plazo para poner en marcha tu plan de ahorro. Es primordial ser realista con las posibilidades económicas de cada uno para lograr alcanzar la meta con éxito. Si no se cumple el objetivo habría que realizar modificaciones en el presupuesto mensual, reducir gastos superfluos, transferir las cuentas a otras con menos intereses o comisiones, refinanciar la hipoteca, cambiar el operador móvil o de Internet a otro con precios más competitivos, etc. lo que permitirá reducir costes y cumplir las metas económicas establecidas.
10. Toma tú las decisiones, que no las tomen por ti. Dejar que una tercera persona te administre el dinero da poca libertad para elegir cómo usar el dinero, y además de generar una pérdida de habilidad para administrar las finanzas, se puede crear una situación de dependencia. Por ello, las decisiones las debe tomar cada uno teniendo en cuenta las metas, las necesidades y los objetivos planteados y así tener un mayor control de las finanzas.