Explican estos expertos que durante los últimos 30 años, los diferenciales del crédito han sido "relativamente insensibles a las yields que los inversores han requerido para mantener Treasuries", al menos fuera de periodos de recesión. Por ejemplo, detallas, si la rentabilidad de los bonos del Tesoro con vencimientos entre los siete y los 10 años […]
Dirigentes Digital
| 28 jul 2016
Explican estos expertos que durante los últimos 30 años, los diferenciales del crédito han sido "relativamente insensibles a las yields que los inversores han requerido para mantener Treasuries", al menos fuera de periodos de recesión.
Por ejemplo, detallas, si la rentabilidad de los bonos del Tesoro con vencimientos entre los siete y los 10 años ha superado el 9% o se ha situado por debajo del 2%, la yield extra para los bonos corporativos con rating ‘BBB’ de duración similar se ha situado en torno a los 1,5 puntos porcentuales y ha fluctuado en un rango bastante estrecho".
Como resultado de esto, añaden, "los diferenciales de la deuda empresarial han tendido a ser mayores como porcentaje de las rentabilidades de los bonos soberanos cuando esas yields han sido bajas".
Así, concluyen, podríamos decir que los "spreads corporativos no caerán sustancialmente, incluso si la rentabilidad de la deuda pública sigue siendo inusualmente baja". Ahora bien, matizan, "pensamos que cuanto más tiempo sean estas yields en los niveles actuales, más probable es que los inversores estén dispuestos a aceptar menos rendimientos en otros activos, digamos, de más riesgo, como la deuda de las empresas".
Con todo, no creen que la rentabilidad de los bonos del Tesoro "permanezcan atrapados" donde están ahora, pues prevén que la del 10 años alcance el 3% en 2017. "Pero sí se mantienen, no nos sorprendería que la yield de la deuda corporativa siga cayendo".