"La cuestión que surge es si los inversores podrían estar siendo demasiado complacientes con los riesgos", indican los expertos de la firma en un reciente informe, explicando que la situación vivida antes y después del Brexit es el mejor ejemplo del "vende en el rumor y compra a la vista de los hechos". "Ahora que […]
Dirigentes Digital
| 02 sep 2016
"La cuestión que surge es si los inversores podrían estar siendo demasiado complacientes con los riesgos", indican los expertos de la firma en un reciente informe, explicando que la situación vivida antes y después del Brexit es el mejor ejemplo del "vende en el rumor y compra a la vista de los hechos".
"Ahora que esta precaución extrema se ha corregido hasta cierto punto, tenemos que evaluar la sostenibilidad del alza de las cotizaciones bursátiles". indican. Así, consideran que los mercados podrían recibir el apoyo adicional de los datos fundamentales, mientras la dinámica de crecimiento económico en los mercados tanto desarrollados como emergentes se encuentra instalada en una tendencia de mejora y hasta ahora no se ve afectada por el Brexit.
Otra de las razones para el aumento de la propensión al riesgo de los inversores es la previsión de un mayor estímulo de política monetaria después de la votación a favor del Brexit. "Aquí es donde los inversores podrían sentirse decepcionados", advierten desde NN IP. "Mientras que el BoE ha hecho lo que tenía que hacer, los otros bancos centrales principales permanecen cruzados de brazos", explicando que aunque los datos de EEUU han mejorado y las cifras del mercado laboral se han fortalecido en los últimos dos meses, los mercados sólo incorporaron a los precios un 50% de probabilidades de que se produzca una subida de tipos en diciembre. Desde la firma aún consideran que la próxima subida de tipos se producirá en diciembre.
Mientras tanto, mantienen su apuesta por la renta variable emergente, pese al reciente rally de estos mercados. "Consideramos que un nuevo reajuste de una subida de tipos en diciembre tampoco debería suponer un gran problema, ante el mejor clima de crecimiento y menores necesidades de financiación externa en la mayoría de estas economías", indican.
Lo más importante, a su juicio, es que los bancos centrales en los países emergentes puedan seguir flexibilizando su política monetaria. "Sorprendentemente, la fuerte caída de los precios del petróleo, sobre todo en julio, no afectó a los mercados bursátiles de estas regiones", recuerdan.
Esta situación contrasta considerablemente con lo sucedido en la segunda mitad del año pasado, cuando el abaratamiento del crudo sembró mucho nerviosismo adicional acerca del panorama general de crecimiento en los emergentes. La principal explicación de la diferente interpretación por los mercados radica en el mejor escenario de crecimiento. "La dinámica de crecimiento está mejorando claramente en todos los países emergentes. Ello hace que sea más fácil creer que, esta vez, la caída del precio del petróleo se ha debido principalmente a los temores a un exceso de oferta en lugar de deberse a un deterioro de las perspectivas de la demanda en estos países", indican los expertos.