Más allá de no ‘mover ficha’, su presidente, Mario Draghi, ha dejado claro que no se plantean nuevas medidas de política monetaria. "No hemos discutido ampliar el programa de compras de activos (QE)", ha afirmado tajante; tampoco se ha planteado la posibilidad de comprar acciones, ni el ‘dinero helicóptero’. Al mismo tiempo, ha vuelto a […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2016
Más allá de no ‘mover ficha’, su presidente, Mario Draghi, ha dejado claro que no se plantean nuevas medidas de política monetaria. "No hemos discutido ampliar el programa de compras de activos (QE)", ha afirmado tajante; tampoco se ha planteado la posibilidad de comprar acciones, ni el ‘dinero helicóptero’.
Al mismo tiempo, ha vuelto a llamar la atención de los Gobiernos de la Zona Euro, recordándoles que hacen falta reformas estructurales y la entrada en escena de la política fiscal, nombrando directamente a Alemania.
Sin embargo, de ahí la relativa calma de los mercados después del ‘disgusto’ inicial, analistas y expertos esperan que el Banco Central Europeo (BCE) termine implementando nuevos estímulos.
"En última estancia, es probable que el QE se extienda más allá de marzo de 2017, si bien esta decisión se aplazará hasta diciembre de este año", apunta Mitul Patel, responsable de tipos de interés en Henderson Global Investors.
Explica este analista que "la escasez de bonos del Tesoro alemanes aptos para la compra exigirá la modificación de los criterios de aptitud en algún momento. Entretanto, los participantes del mercado siguen mostrándose escépticos sobre la capacidad de los bancos centrales para impulsar las previsiones de crecimiento e inflación de cara al futuro, si bien los reguladores siguen esforzándose al máximo por convencernos de ello".
Coincide Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija minorista de M&G Investments, al señalar: "Creemos que el BCE incrementará su programa de compras de activos antes de que finalice el año. Con una inflación anual de tan sólo el 0,2% en agosto, la economía del Viejo Continente sigue rondando peligrosamente la frontera de la deflación (…) Afortunadamente, existen numerosas acciones que puede poner en marcha, como ampliar la duración y la envergadura del QE, modificar las condiciones del mismo para evitar problemas de escasez y llevar los tipos de interés a terreno negativo. En nuestra opinión, la implantación de nuevos estímulos es sólo cuestión de tiempo".
Mientras, Patrick O’Donnell, gestor de renta fija en Aberdeen AM, advierte sobre "cierto tono de complacencia". Considera que "los datos desde los últimos pronósticos habían sido buenos, pero las previsiones de inflación y los conocidos riesgos políticos que se avecinan sugieren que el BCE debería estar siendo un poco más proactivo. La falta de urgencia seguramente signifique que los activos financieros permanecerán bajo presión y que la moneda continuará contrayéndose. Esto hará que el trabajo del BCE sea incluso más complicado que si hubiesen extendido el programa de compras del sector público, como espera el mercado, hasta final de año. Su próximo movimiento seguramente sea ampliar el QE en diciembre".
Fuera del Viejo Continente ‘buenas noticias’ desde China gracias a la mejora de sus datos comerciales de agosto: las importaciones repuntan un 10,8% (desde el 0,7% esperado y el -5,7% previo) por primera vez desde octubre de 2014; y las exportaciones suben un 5,9% (frente al 2,9% estimado y anterior). También positivo es el PIB final del segundo trimestre de Japón, que asciende un 0,7% anualizado, por encima del 0,2% previsto.
Por su parte, el Libro Beige de la Fed señaló que la economía estadounidense creció en julio y agosto a un ritmo moderado, sin presiones inflacionistas, siendo modesto el repunte salarial. Apuntes que "junto con los datos macro de la última semana, apuntan a cierta caída en las probabilidades de subidas de tipos. Para la reunión de septiembre se sitúa en el 22% y para diciembre se mantiene en el 52%", indica Renta 4.