Todo el mundo lo sabe. Las entidades bancarias tienen poco que ofrecer en términos de rentabilidad a sus clientes. Y los fondos se han convertido en un escape para mejorar sus ingresos vía comisiones. Sin embargo, el hecho de que sea el ahorro conservador el que está moviendo la industria este año, con la mayor […]
Dirigentes Digital
| 16 sep 2016
Todo el mundo lo sabe. Las entidades bancarias tienen poco que ofrecer en términos de rentabilidad a sus clientes. Y los fondos se han convertido en un escape para mejorar sus ingresos vía comisiones. Sin embargo, el hecho de que sea el ahorro conservador el que está moviendo la industria este año, con la mayor parte del dinero camino de fondos garantizados, monetarios y de rentabilidad objetivo, pone sobre la mesa la duda sobre si estos productos son adecuados en el momento actual, o más bien responden a la presión comercializadora de las entidades bancarias.
"Muchos inversores que tímidamente comenzaban a adoptar perfiles de riesgo más elevados, se retrajeron nuevamente a posiciones defensivas tras el verano de 2015, razón por la que productos como los garantizados, aún sin ser capaces de generar retornos aceptables, han tenido éxito nuevamente como vehículo inversor de conservación de capital", explica Paula Mercado, directora de análisis de VDOS.
Y lo mismo ocurre con otras categorías consideradas como ‘más seguras’. Solo hay que ver los datos de entrada, en los que productos como el CaixaBank Rentas Euribor dominan el pódium de suscripciones, salvo alguna excepción que otra. Se trata de un fondo de rentabilidad objetivo que se ha convertido en la estrella del sector al sumar en tan solo dos meses (julio y agosto) más de 2.600 millones de euros en dinero fresco.
Según datos de Inverco, los fondos con menos exposición a activos de riesgo son los que más dinero han recibido este año. A pesar de no ser, ni mucho menos, los más rentables. Las entradas netas en fondos de gestión pasiva (rentabilidad objetivo), renta fija, garantizados y monetarios han superado ya los 11.000 millones de euros. Por el contrario, todas las familias de fondos con algún componente de Bolsa acumulan en el año retrocesos patrimoniales en torno a los 2.000 millones de euros, sumando la totalidad de fondos de "riesgo" una pérdida de 5.610 millones de euros.
Las entidades saben a la perfección que en el entorno actual, conservar capital es básico para los ahorradores. Nadie quiere perder dinero. Y la garantía que ofrece un fondo como los garantizados es sin duda un buen gancho para los clientes bancarios. Sin embargo, recuerdan que "comprar 100 y ganar 100 a vencimiento" tampoco resulta una inversión óptima. Sobre todo porque se podría haber optado por otros activos considerados también conservadores, arañando algo más de rentabilidad.
Aún así, Mercado señala que para los inversores a corto plazo con una tolerancia baja al riesgo "los garantizados sí suponen una buena opción en un momento como el actual, en el que los bancos centrales comienzan a enviar señales de dar fin a su política de expansión monetaria, y en el que la inversión en renta fija no genera la tranquilidad y confianza que solía generar".
Eso sí. Los expertos advierten que el inversor debe tener en cuenta que, para arañar rentabilidad, las gestoras han tendido en los últimos meses a productos con plazos mucho más largos, con lo que el capital del ahorrador queda ‘inmovilizado’ durante 7 u 8 años para rendimientos que, de invertirse en activos de mayor riesgo, podrían generar mayores ganancias si el fondo es correctamente gestionado. Todo dependerá del objetivo del inversor: garantizarse el capital inicial o intentar exprimir algo más de rentabilidad.