En su reciente informe, "Global Corporate Credit: Despite An Inevitable Credit Correction, Debt Demand Will Swell To $62 Trillion Through 2020", la agencia de calificación estima que la demanda global de préstamos de las corporaciones alcanzará un récord de 62 billones de dólares americanos en 2020. Esta expansión, explican, se asienta sobre las políticas monetarias […]
Dirigentes Digital
| 29 sep 2016
En su reciente informe, "Global Corporate Credit: Despite An Inevitable Credit Correction, Debt Demand Will Swell To $62 Trillion Through 2020", la agencia de calificación estima que la demanda global de préstamos de las corporaciones alcanzará un récord de 62 billones de dólares americanos en 2020.
Esta expansión, explican, se asienta sobre las políticas monetarias expansivas implementadas por los principales bancos centrales. El problema radica en que mas allá de este apoyo, lo cierto es que casi la mitad de los emisores de este papel se encuentran elevadamente endeudados. Además, alertan son múltiples los incentivos que alientan a las empresas a apostar por la deuda para impulsar el crecimiento…
De hecho, llama la atención de estos expertos "la magnitud y la importancia de lo que está sucediendo en China, que ahora representa el 35% del apalancamiento corporativo global, con un aumento del 15,9% en 2015". También destacan la fortaleza, mayor de la que esperaban, de la demanda empresarial de crédito en Estados Unidos, que acumula un 24% del papel.
Es más, apuntan, la intensidad de crédito ascendió el año pasado al ritmo más rápido desde 2008, a múltiplos de 2,15 veces. El ratio que estiman sostenible de aumento a largo plazo para el crédito de las economías desarrolladas se sitúa entre una y 1,2 veces el PIB nominal.
Con todo, Europa sigue ‘atascada’ en el carril lento, y Japón estancada desde hace muchos años.
En este contexto, el escenario base de la firma es que "el crédito sigue creciendo más rápido que los ingresos, lo que indica que la calidad del mismo es más débil", por lo que creen que una corrección en este mercado es inevitable, aunque señalan que esto supondría "una forma de renovación: ralentizaría su crecimiento y reduciría la morosidad, sentando las bases para una mayor expansión".
S&P Global Ratings se reconoce especialmente preocupada por el endeudamiento de las corporaciones chinas, "que ha continuado creciendo a pesar de la desaceleración del PIB real, así como los emisores de high yield estadounidense, cuyos niveles de apalancamiento se acercan a los máximos previos a la crisis financiera".
La corrección, no obstante, sería "una desaceleración ordenada del crédito que se extendería durante varios años". Sin embargo, no descartan que "una serie de perturbaciones económicas o políticas, como la reciente decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE), podrían desencadenar un movimiento mucho más perjudicial".
En concreto, alertan sobre la posibilidad de que un acontecimiento imprevisto "desestabilice los mercados de crédito de forma rápida, resultando en una mayor volatilidad de precios, empujando a los inversores y prestamistas fuera de las posiciones de mayor riesgo, lo que denominamos ‘Crexit’, que si se maneja mal, podría derivar en un colapso como el visto entre 2008 y 2009.