En concreto, la riqueza de los HNWI de Asia-Pacífico creció en 2015 un 9,9%, hasta los 17,4 billones de dólares, alcanzando un incremento 5,8 veces superior al del 1,7% del resto del mundo. Asimismo, la población perteneciente a este segmento repunto un 9,4%, hasta exceder los cinco millones. De hecho, el informe destaca que, para […]
Dirigentes Digital
| 17 oct 2016
En concreto, la riqueza de los HNWI de Asia-Pacífico creció en 2015 un 9,9%, hasta los 17,4 billones de dólares, alcanzando un incremento 5,8 veces superior al del 1,7% del resto del mundo. Asimismo, la población perteneciente a este segmento repunto un 9,4%, hasta exceder los cinco millones. De hecho, el informe destaca que, para 2025, el capital de los altos patrimonios podría superar los 42 billones de dólares. Ganancias en Bolsa e inmobiliario son los principales pilares que apoyan este incremento. La confianza en las gestoras patrimoniales, por su parte, ha aumentado hasta el 76,2% (desde el 63,7% previo), sin embargo, estos HNWI “son más propensos a mantener su riqueza en efectivo o en una cuenta minorista (32,6%) que depositarla en una firma de gestión (30,6%)”. El desafío de estas empresas es ahora, por tanto, “la construcción de activos bajo gestión”, señala Anriban Bose, jefe de banca y mercados capitales de Capgemini. “El comportamiento del inversor tradicional en Asia-Pacífico pasa por tener una parte significativa de sus activos en efectivo, pero ahora hay una gran oportunidad para la planificación financiera basada en objetivos con un enfoque en el crecimiento para atraer más inversores”. Por otra parte, estos HNWI muestran filosofías de inversión diferentes en cuanto al uso del crédito y los activos en los que invertir, así como en su intención de invertir en el extranjero. Además, la mayor parte de ellos prefieren unificar la gestión de inversiones con la planificación financiera y reconocen que no están impresionados por los servicios que les ofrecen las gestoras patrimoniales. En este sentido, estos individuos muestran una elevadas expectativas en lo que respecta a los servicios digitales, y son más propensos que en ninguna otra parte del mundo a romper con una firma sino cuenta con las capacidades tecnológicas que demandan.