Los expertos de Imantia Capital, se muestran más positivos, tras meses infraponderados en el sector. “No se tratará de una recuperación inmediata, sino de las bases que pueden dar lugar a una recuperación sostenida, y con evidentes riesgos aún presentes: volatilidad por la situación de entidades como el Deutsche Bank, la complicada solución del entramado […]
Dirigentes Digital
| 21 oct 2016
Los expertos de Imantia Capital, se muestran más positivos, tras meses infraponderados en el sector. “No se tratará de una recuperación inmediata, sino de las bases que pueden dar lugar a una recuperación sostenida, y con evidentes riesgos aún presentes: volatilidad por la situación de entidades como el Deutsche Bank, la complicada solución del entramado de los bancos italianos y diferentes litigios pendientes de resolver, especialmente entre la banca de inversión”, indican. Es evidente que los riesgos son, todavía, muchos. Según un reciente informe de Amundi sobre el sector, titulado ‘Bancos, el eslabón débil en la recuperación europea’, el escepticismo de los inversores sobre las perspectivas de los bancos europeos ha llevado al sector a un menor rendimiento frente al global de los mercados financieros. De hecho, el Stoxx Europe 50 Banks ha perdido más de un 50% en lo que va de año. Una cifra muy superior a las pérdidas de los mercados mundiales. Pero, ¿por qué son tan escépticos los inversores? Para Philippe Ithurbide, Director Global de Análisis y Estrategia de Amundi, “no tiene sentido buscar paralelismos con 2008: los bancos ahora han apuntalado considerablemente su solvencia, liquidez y estructura de capital para cumplir con las nuevas condiciones regulatorias”. A su juicio, la banca está sufriendo ahora una escasez generalizada de rentabilidad, debido en parte al entorno de tipos bajos/negativos. Sin embargo, recuerda cómo “el BCE niega que su política monetaria ultra-acomodaticia haya socavado en última instancia el sistema bancario de la zona euro”, culpando Mario Draghi a los “excesos de capacidad en el sector bancario europeo”. Para los expertos, a la hora de apostar o no por la banca europea, los inversores deben ser muy selectivos. Desde Amundi aconsejan prestar especial atención a la capacidad del banco para generar beneficios que le permitan reconstruir su capital en caso de un shock del mercado. Los expertos de la firma consideran que, entre los eventos que podrían ayudar a mejorar la perspectiva sobre los valores bancarios, se encuentra “un cambio en la política monetaria del BCE que promovería una leve subida en la curva de rendimiento”. También llaman a una relajación en materia regulatoria, así como una mejora significativa en la economía para impulsar los ingresos y “facilitar la reestructuración del sector”. Para los analistas de Imantia, a pesar del entorno de débil crecimiento económico se está produciendo un repunte de la demanda y oferta del crédito en Europa, que unida a la creciente diversificación de ingresos (comisiones) para compensar la debilidad del margen de intereses y a los programas de recorte de control de costes, permitirán asegurar la rentabilidad futura (y con la opcionalidad de posibles procesos de consolidación para hacer frente a la sobrecapacidad). Tal y como indican desde la firma, las valoraciones han alcanzado mínimos, tanto en términos absolutos como en relativos, a lo que añaden “unas atractivas rentabilidades por dividendos (¿sostenibles?), y el creciente apalancamiento a la recuperación de tipos”. En los últimos 10 años el sector de bancos (SX7E) ha perdido cerca de un 80% de su valor, frente al retroceso de menos del 35% del Eurostoxx 50 (SX5E), o la revalorizaciación de más del 15% del Eurostoxx 50 ex financieras. Las cotizaciones se encuentran en mínimos de los últimos años, habiendo llegado a cotizar en niveles similares a los registrados en el año 2012 y, a pesar de la recuperación experimentada durante el verano, se encuentra por debajo de los mínimos alcanzados en plena crisis en 2009. Además, recuerdan también que todavía está pendiente la consolidación de grandes mercados como Italia, “en un proceso de racionalización similar al llevado a cabo con las Cajas de Ahorro en España, donde se han reactivado las noticias al respecto (BMN-Bankia)”. “Incluso en países como Holanda se habla de la posible fusión de ABN AMRO con el danés Nordea, mostrando la necesidad de optimizar el número de agentes en todos los mercados, incluso con operaciones trasnacionales”, explican. La gran pregunta es si estos movimientos serán vistos como oportunidades por el mercado, o bien generarán aún más dudas en torno al sector.