Ya comienza a hablarse de una posible reducción del tamaño del programa de compra de activos (QE) del Banco Central Europeo (BCE), o tapering, pues se ‘acerca’ su supuesto fin: marzo de 2017. Al mismo tiempo, el nerviosismo invade a los inversores cada vez que se mueven las ‘quinielas’ sobre los tipos de interés al […]
Dirigentes Digital
| 25 oct 2016
Ya comienza a hablarse de una posible reducción del tamaño del programa de compra de activos (QE) del Banco Central Europeo (BCE), o tapering, pues se ‘acerca’ su supuesto fin: marzo de 2017. Al mismo tiempo, el nerviosismo invade a los inversores cada vez que se mueven las ‘quinielas’ sobre los tipos de interés al otro lado del Atlántico. Y, mezclado con todo esto, nos encontramos con las dudas sobre la eficacia de las políticas extraordinarias de los bancos centrales y sus efectos perversos… En este contexto, la agencia de calificación crediticia Fitch ha elaborado su “radar del riesgo” para el tercer trimestre, en el que analiza el impacto potencial de riesgos macro hipotéticos en su cartera de calificaciones y los bancos centrales son el mayor peligro. En concreto, “la trayectoria futura de las políticas monetarias no convencionales actuales”. El ‘caso base’ de la firma pasa por un continúo estímulo monetario por parte del BCE y del Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) en 2017 y 2018, y un endurecimiento progresivo por parte de la Fed. Pero, el primer ‘escenario alternativo’ apunta a un período demasiado prolongado de tipos ultra-reducidos (o negativos) por parte de estas autoridades monetarias, que resulte en un continúo desafío a la rentabilidad y a los retornos de las entidades financieras, las compañías de seguros y los inversores. Mientras, el segundo pasa por un shock externo que incremente las expectativas de inflación y una escalada vertical de la curva de rendimientos, que podría resultar en una pérdida de confianza y una volatilidad derivada de unos inversores buscando la ‘salida’ antes de que los bancos centrales endurezcan sus políticas. El ‘radar del riesgo’ de Fitch también alerta sobre dos posibles peligros más “ante los bajos ratios de crecimiento mundial y el estancamiento salarias que están contribuyendo al aumento del populismo político tanto en Europa como en Estados Unidos”. Se trata de una posible fragmentación de la Zona Euro y de cambios políticos de calado al otro lado del Atlántico tras la elecciones presidenciales de noviembre. Otras ‘preocupaciones’ incluyen un ‘aterrizaje forzoso’ de China, un ‘Brexit duro’ sin acuerdos comerciales entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido, y unos precios del petróleo persistentemente bajos.