Hyperloop: lo que necesitas saber sobre el tren del futuro

El creador de Tesla, Elon Musk, pretende unir Nueva York y Washington en 29 minutos, a una velocidad máxima de 1.200 kilómetros por hora gracias a su nuevo proyecto: el hyperloop. La duración del trayecto sería de esta forma cinco veces menor de lo que el tren más rápido tardaría en unir los dos puntos. El inventor sudafricano tuiteó el pasado 20 de julio que ya tenía aprobación gubernamental para ponerse manos a la obra con el proyecto. Bloomberg Businesweek desgrana lo que supone este avance en la implementación del tren supersónico. 1. ¿Qué se ha aprobado? Parece que el anuncio de Musk no es para tanto. Después de publicar el mensaje en la red social Twitter, aclaró que se refería a una conversación con un funcionario federal del que no dio más detalles. Un portavoz de la Casa Blanca dijo que el gobierno de Trump tiene planeadas algunas reuniones prometedoras con Musk y los ejecutivos de su empresa tuneladora Boring Co. En un tuit posterior, Musk añadió que aún queda mucho trabajo para hacer para recibir la aprobación formal. Es un trabajo que podría llevar años de papeleo en multiples jurisdicciones. 2. ¿Cuál es la idea inicial? En 2013, Musk publicó un libro blanco presentando un sistema de transportes que utiliza una especie de tren-cápsula que viaja en una tubería a baja presión y flota en el aire para reducir la fricción que ralentiza el movimiento. Gran parte de su idea, como reconoce el propio Musk, no es original y procede de algunos expertos como el físico americano Robert Goddard, conocido como el padre del cohete a propulsión moderno. Algunos de los trenes más rápidos del mundo ya flotan sobre las vías gracias a la levitación magnética. El tren más rápido del mundo en funcionamiento es el Shangai Maglev, que llega a los 320 km/h y aún hay otros en fase de pruebas que alcanzarán los 480 km/h. Esta velocidad no parece impresionar a Musk. 3. ¿En qué se diferencia el hyperloop del resto de trenes de alta velocidad? El hyperloop no funciona con gravitación magnética, que sería caro de implementar. Musk propone en su libro blanco el uso de pequeños propulsores de aire para empujar las cabinas de los pasajeros. Los motores eléctricos propulsarán los módulos de pasajeros a través de los túneles con poco aire. Un compresor absorbe el aire que se encuentre en frente de las cápsulas y lo suelta por la parte de atrás para propulsarse hacia delante. Se prevé que las tuberías puedan ir tanto de forma subterránea como elevadas sobre columnas. 4. ¿Es posible hacerlo realidad? Mientras los ingenieros dicen que es técnicamente posible, es un proyecto caro que requiere una serie de permisos complicados en Estados Unidos y otros países. «Los obstáculos que se presentan para construir la típica autopista, túnel o puente ya son difíciles», según apunta la columnista de Bloomberg Virgina Postrel. «Lánzate en una aventura con tecnología sin testar y desconocida y te encontrarás con retrasos sin fin», añade Ricki Harris, periodista de Wired, que define el hyperloop como «la última promesa del mundo tecnológico demasiado buena para ser cierta». 5. ¿Y Musk está solo en esto? Ya no. Cuando escribió el libro blanco en 2013, dijo que estaba muy ocupado con sus otras compañías (Tesla y SpaceX) para ejecutar su idea y animó a otros para desarrollarla. Algunos lo hicieron, como es el caso del equipo español de la Universidad Politécnica de Valencia. 6. ¿Quiénes son los otros competidores? La mayor amenaza para su proyecto quizá sea Hyperloop One, una compañía con sede en Los Ángeles co-fundada en 2014 por el inversor de riesgo Servin Pishevar. Ya ha conseguido 160 millones de dólares de financiación y ha probado su invento a 320 km/h en un túnel de pruebas de 500 metros en el desierto de Nevada. Hyperloop Transportation Technologies y Arrivo, un spin-off de Hyperloop One, también se perfilan como competidores de Musk. 7. ¿Por qué se centra en el trayecto Nueva York-Washington? Es una zona de alta densidad de población con gran cantidad de clientes potenciales. Precisamente esta densidad hará más complicado cerrar los permisos de seguridad aunque a la Casa Blanca le agrade la idea. Musk propuso Los Ángeles-San Francisco al principio como trayecto original, pero se enfrentaba a grandes retos de ingeniería como hacer frente a los terremotos.

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