Desde BNP Paribas IP, Estefanía Ponte considera que este año el selectivo se ha visto duramente castigado por la exposición a Latinoamérica de las cotizadas nacionales. “Con Latinoamérica, lo bueno ayuda poco y lo malo pesa mucho”, indica. Según sus cálculos, las mejores perspectivas económicas tras la formación de Gobierno, harán que los inversores extranjeros, […]
Dirigentes Digital
| 17 nov 2016
Desde BNP Paribas IP, Estefanía Ponte considera que este año el selectivo se ha visto duramente castigado por la exposición a Latinoamérica de las cotizadas nacionales. “Con Latinoamérica, lo bueno ayuda poco y lo malo pesa mucho”, indica. Según sus cálculos, las mejores perspectivas económicas tras la formación de Gobierno, harán que los inversores extranjeros, que este año han dejado al parqué nacional a un lado, vuelvan a mirar a España para sus carteras, con un crecimiento estimado para la economía del 2,5% en 2017. Eso sí. La mejora del mercado vendrá muy marcada por los bancos centrales y la inflación. Desde la firma tienen claro que el BCE no alterará su política monetaria, adivinando que mantendrá su programa de compra de deuda hasta diciembre de 2017, y no realizará una subida de tipos hasta bien entrados en 2018. Frente a las voces que alertan de una escasez en los bonos ‘comprables’ por el BCE, los expertos explican que “vemos subastas todas las semanas y no hay problemas en ese sentido, aunque prevenir es de sabios y se pueden producir ajustes técnicos, en el porcentaje que se puede comprar de cada emisión”. Con este escenario, prevén cierta presión alcista en la TIR del bono a dos años europeo, “de forma que tienda hacia el -0,5%”. En el caso del plazo a 10 años, “la TIR también debe subir, hacia niveles del 1,3%”, indican, recordando que, de momento, prefieren estar alejados del mercado de deuda soberana, ante el escenario de mayor inflación prevista. ¿Qué pasará con la Fed? Respecto a la Fed, los expertos esperan que el organismo suba tipos en diciembre, y lleve a cabo otros dos movimientos al alza en 2017, en el escenario macro más conservador que manejan. Según sus cálculos, la pendiente del bono a 10 años se irá hacia arriba, lo que en todo caso también favorece al sector bancario. Manejan niveles del 3% para el próximo año. “No es nada descabellado, son cifras que reflejan una vuelta a la normalidad”, indica Ponte. Todo esto, junto con las políticas fiscales expansivas de Donald Trump, provocará un repunte en la inflación, que vendrá alimentada también por la esperada subida del precio del crudo. De hecho, Estefanía Ponte calcula que el barril de Brent podría alcanzar los 60 dólares a finales del próximo año, lo que supone una subida del 40%, ante el ligero exceso de demanda que esperan en el periodo. Para EEUU, calculan una inflación de entre el 2,5% y el 3%, mientras que en Europa repuntará a una franja de entre el 1,5% y el 2%. Esta perspectiva invita a pensar a los expertos que los márgenes empresariales también mejorarán, provocando revisiones al alza en los BPA de las cotizadas, sin los cuales será imposible las revalorizaciones estimadas. Menos potencial ven en Europa que en EEUU, después de que este año, el índice Eurostoxx 500 se haya visto muy perjudicado por el enorme peso del sector bancario. Aunque la tendencia tiene visos de cambiar en los próximos meses, siguen prefiriendo Wall Street por las elevadas valoraciones que presentan las Bolsas del Viejo Continente, con un PER por encima de su media. De hecho, para que la valoración del Eurostoxx fuese la ‘justa’, BNP considera que su BPA debería subir un 23%. “La beta es mayor en el S&P 500 por el peso de las tecnológicas”, indica Ponte.