La campaña de captación de planes de pensiones va viento en popa. Los últimos meses del año son los favoritos de la banca para promocionar las bondades de sus planes, intentar que los que ya tienen uno contratado lo traspasen a golpe de bonificaciones y seducir a aquellos que aún no se hayan atrevido a […]
Dirigentes Digital
| 24 nov 2016
La campaña de captación de planes de pensiones va viento en popa. Los últimos meses del año son los favoritos de la banca para promocionar las bondades de sus planes, intentar que los que ya tienen uno contratado lo traspasen a golpe de bonificaciones y seducir a aquellos que aún no se hayan atrevido a dar el paso. Pero la pregunta que muchos se hacen es si son un buen vehículo de inversión de cara a la jubilación, sobre todo ahora que las dudas sobre la viabilidad del sistema público de pensiones planean sobre el país. La fiscalidad, el tesoro de los planes de pensiones Si bien es cierto que los planes de pensiones nunca han gozado de la mejor de las famas y que su utilidad para complementar la jubilación estatal ha sido puesta en tela de juicio infinidad de veces, lo cierto es que más allá de lo rentable que pueda ser el producto como tal, las ventajas fiscales que proporcionan pueden compensar, incluso, las comisiones y una escasa rentabilidad. Eso sí, se deben planear las aportaciones y el rescate a conciencia. Desde el comparador HelpMyCash.com recomiendan apoyarse en una calculadora de fiscalidad de planes de pensiones gratuita nos permita simular nuestro caso particular y descubrir cuánto podemos ahorrar cada año en el IRPF, cuánto habremos amasado en el momento de la jubilación antes y después del rescate, cuán beneficiosa habrá sido la inversión en comparación con un fondo y cuál será la mejor forma de rescatarlo. ¿Cómo funciona la fiscalidad de un plan? Grosso modo, los planes de pensiones permiten aplazar el pago de impuestos sobre las aportaciones realizadas, con ciertos límites, hasta el momento del rescate. Es decir, que mientras se trabaja y se ahorra, se pagan menos impuestos. La clave radica en que, en el momento de la jubilación, el plan se reembolse de manera que el IRPF abonado sea inferior al que se hubiese pagado mientras se invertía. Algo que puede conseguirse planificando el rescate, normalmente en forma de rentas periódicas. Además, al estar exentas de tributación las aportaciones realizadas al plan, se puede invertir la misma cantidad de dinero con menos esfuerzo, ya que en realidad se está invirtiendo un importe bruto –previo al pago de impuestos- y se rentabiliza un dinero que debería haber desaparecido en forma de impuestos. Dada la complejidad del asunto, el comparador HelpMyCash.com ha organizado una videoconferencia gratuita que se celebrará el próximo martes 29 de noviembre alas 18:00 horas en la que un grupo de expertos en la materia tratará esta y otras cuestiones sobre los planes de pensiones. Cuidado con las bonificaciones Otro de los ganchos, además de las ventajas fiscales, que suele utilizar la banca para tentar a los ahorradores son las bonificaciones. La mayoría de las entidades las ofrecen sobre el capital traspasado y pueden alcanzar el 4 %. No obstante, por lo general llevan aparejada unapermanencia de varios años que se tendrá que cumplir incluso si el plan de pensiones acumula pérdidas, a menos que se quiera asumir una penalización. En ocasiones, la entidad permite al cliente traspasar sus aportaciones a otro plan de la misma entidad incluido también en la promoción. En este sentido, ING Direct ha marcado la diferencia ofreciendo una bonificación del 1,5 % sobre el importe traspasado a ING desde un plan comercializado por otra entidad, con un máximo de 600 euros brutos, con una permanencia casi inexistente. Para disfrutar de la bonificación la orden de traspaso se tendrá que recibir antes de final de año y la posición solo se tendrá que mantener hasta finales de febrero, por lo que el compromiso se reduce a apenas un par de meses.