El Informe de Estabilidad Financiera publicado este pasado jueves por el Banco de España (BdE) muestra que, a pesar de que España es uno de los países de la Unión Europea con mayor número de sucursales bancarias por habitante, el número de oficinas abiertas sólo cubre el 50% de los municipios del país. La clave para entender la disparidad de estas cifras es la localización y el número de habitantes de los municipios sin presencia bancaria. De hecho, los datos del BdE muestran que el ajuste del número de oficinas se ha centrado en los núcleos de población con más de 500 y menos de 2.000 habitantes. Así, el regulador monetario destaca que en los núcleos con menos de 500 residentes «la posibilidad de acceso a una oficina bancaria ya era muy limitada en 2007, fecha muy cercana al máximo de oficinas bancarias en España, y esta situación se mantiene en 2016″. Mientras, los pueblos sin acceso a oficinas bancarias y con entre 500 y 1.000 personas censadas se ha incrementado un 12% entre 2007 y 2016, hasta un 40% total, mientras que entre 1.000 y 2.000 habitantes se han elevado del 9% al 15%.
El estudio muestra que este porcentaje se ha incrementado desde 2007, cuando un 44% de ayuntamientos sin sucursal. Sin embargo, el porcentaje de españoles sin acceso a una oficina bancaria en su municipio de residencia apenas ha aumentado en la última década, pasando del 2% en 2007 al 2,5 % en 2016. El proceso de reestructuración emprendido por las entidades está limitando el acceso a dependencias bancarias, dado que la red nacional de sucursales ha caído un 38%, desde las 45.084 de diciembre de 2007 hasta las 27.811 del pasado junio. También se ha recortado la plantilla total, con más de 100.000 empleados menos. Sin embargo, el Banco de España señala que esta reestructuración «ha permitido aproximar la capacidad de atención a sus clientes, medida en términos de oficinas por cada 1.000 habitantes, a las ratios de algunos países de nuestro entorno”. De hecho, el último Informe sobre Estructuras Financieras del Banco Central Europeo (BCE) destaca que España es el segundo país de la eurozona con más sucursales por población, con una oficina por cada 1.613 personas. El Banco de España, por su parte, habla de 0’62 oficinas por cada mil habitantes. Sin embargo, el informe del regulador monetario español también muestra que las sucursales españolas cuentan con 6’5 empleados de media, uno de los ratios más bajos de la zona comunitaria, y apenas 4 décimas superior al de 2007. Este fenómeno se explica, según el BdE, porque las sucursales están incrementando su tamaño conforme se reduce su número. También alude al aumento de la competencia por parte de las empresas Fintech, destacando que está provocando una mayor inversión tecnológica en el sector, incluso a través de la compra de estas nuevas competidoras. Respecto a esta progresiva digitalización de la banca, el presidente del BBVA, Francisco González, instaba este pasado viernes a su entidad a culminar cuanto antes su transformación para poder afrontar la llegada de nuevos competidores, entre los que prevé que se encuentren «gigantes digitales» a escala global.
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