El impacto real de las medidas prometidas por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el avance de la inflación, que se cree controlado, pero puede no serlo; la escalada de los tipos de interés; y la transición económica de China. Estos son los cuatro factores que determinarán el comportamiento de los mercados en […]
Dirigentes Digital
| 20 ene 2017
El impacto real de las medidas prometidas por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el avance de la inflación, que se cree controlado, pero puede no serlo; la escalada de los tipos de interés; y la transición económica de China. Estos son los cuatro factores que determinarán el comportamiento de los mercados en 2017 para Julius Baer. Claves que tratan de ejemplificar recurriendo a cuatro cuentos infantiles para concluir que el fondo que subyace “es positivo, pero somos prudentes, no hemos desplegado velas totalmente”, tal y como explica su su director gestión en Iberia, Pelayo Gil-Turner. La firma prefiere Europa frente a Wall Street, destacando la “mayor capacidad de expansión de márgenes y unas valoraciones más contenidas”. También prima el riesgo de crédito frente a la deuda soberana, apuntando que los bonos híbridos son una buena oportunidad y también los títulos emergentes en divisas fuertes. En lo que respecta a las commodities creen que “el movimiento del crudo en estos niveles entre 50 y 60 dólares está hecho”; mientras que recuerdan, a contracorriente, que el euro “está muy fuerte” y ven al cruce con el dólar manteniéndose en los 1,05. Asimismo, este experto apuesta por una “construcción de carteras sólidas, valor a valor (…) muy micro, viendo compañía por compañía”. Conociendo como correlaciona cada empresa, diversificando, buscando poco endeudamiento, buenos márgenes y generación de caja y por su puesto “buen precio”. Considera que hay que poner el foco en la empresa “y si la aproximación se hace como si fuera tu socio mejor… pues si la compañía es buena, cuando venga un shock se terminará poniendo en valor a pesar del primer impacto”. Obedeciendo a esta estrategia, con nombre propio Gil-Turner apunta a Gilead Sciences, Novo Nordisk, Swatch, Michael Kors, Axa o Bankia y Naturhouse en España. Trump o ‘El cuento de la lechera’ Desde Julius Baer recuerdan que ante la llegada de Trump ya advirtieron que “no todo era tan malo”. Y ahora, señalan que “no todo es tan bueno”. En positivo, algo más claro, apuntan a las medidas fiscales que se esperan (rebaja del impuesto de sociedades). Dudan sobre cómo se va a financiar la inversión en infraestructuras prometida. Esperan más detalles sobre el sector energético (favorecer energías fósiles) y el financiero (regulación). Y creen que tanto la postura ante la inmigración y el proteccionismo son negativos. Inflación o ‘El traje nuevo del Emperador’ Alerta Gil-Turner que puede haber riesgos inflacionistas que nadie está viendo, pues en este 2017 pueden confluir cinco elementos que eleven los precios ‘demasiado’. Primero, y más importante, unos bancos centrales incentivados a dejar crecer la inflación, pues llevan años sin cumplir sus objetivos y saben parar este tipo de movimientos; además es la forma en la que los Estados pagan sus deudas. Después, nos encontramos con el pleno empleo de Estados Unidos, así como el crecimiento salarial al que se suman las nuevas medidas de Trump. Al que acompañan el efecto base de las materias primas; una Europa, retrasada en precios sí, pero que lo que hará será no aportar deflación; mientras China pasará a exportar inflación. Sorprende la complacencia respecto a este tema a la firma, sobre todo también porque no es un factor que se gire rápidamente. “Por ahora es buena y bienvenida, pero hay que vigilar que no se desmande”, apunta. Los tipos de interés o ‘El cuento de Pedro y el lobo’ Al hacer referencia a los tipos de interés no se trata solo de los oficiales, detalla Julius Baer, sino a los que el mercado descuenta. “Puede provocar un desastre”, aunque es cierto que los bancos centrales tienen ahora mucho control sobre ellos. Estamos, señala, en una situación antinatura: “Un inversor que invirtiera en julio 5.000 dólares en bonos a 10 años de Estados Unidos en seis meses tiene 4.530 dólares (-9,4%)”. El movimiento, explica, no parece dramático, pero impacta en carteras, balances bancos… Se pierde dinero y en algún momento esta situación debe revertirse, opina. “Hay riesgo en la renta fija” y, aunque resulte paradójico, “hay que ser conservador y eso ahora supone no tener duración” en este activo. China o ‘El patito feo’ Aunque ha pasado a un segundo plano, China sigue inmersa en un proceso de cambio de modelo económico, de fábrica del mundo a consumo interno. Un cambio que “sería la primera vez en la historia que se logrará sin una recesión profunda. En 2016 lo ha logrado”, pero no podemos olvidar su elevado endeudamiento y, lo peligroso, “el retorno que se obtiene de ese pasivo es decreciente”. Con todo, el director gestión en Iberia de Julius Baer reconoce que, al final, el gigante asiático es “dueño de sus decisiones”, cuenta con buenas reservas sobre PIB y una balanza comercial positiva, así como un enorme control sobre la política monetaria y fiscal.