Pasamos un mínimo de 8 horas al día en la oficina o en la fábrica y no pocas horas en hoteles aquellos que viajan por trabajo o por ocio, por no hablar de nuestro tiempo libre, que en gran parte lo pasamos en nuestro hogar, día tras día. Es curioso que instintivamente por el hecho de estar “bajo techo” ya nos sintamos protegidos, pero si a las estadísticas nos remitimos, veremos que muchos de los peligros están más cerca de lo que pensamos. Empezando un artículo de esta guisa se corre el riesgo de que le tachen a uno de sensacionalista o alarmista, pero resulta curioso, por ejemplo, que aproximadamente el 30% de los incendios en infraestructuras se produce por una causa directa de la instalación eléctrica y esto no es una opinión sino un dato. Es bien sabido que estamos, por ejemplo, muy concienciados con la seguridad vial, entre otros tantos temas, sobre todo en los últimos tiempos. Conocemos a la perfección todas las medidas de seguridad que tienen que estar presentes en un coche y, sin embargo, no tenemos tan en cuenta los estándares de seguridad que debe cumplir nuestro mismísimo hogar, donde pasamos infinitamente más tiempo. Según el estudio Nuestras vidas en el coche, llevado a cabo el año pasado por el Instituto CSA Research y Citroën, los españoles pasamos un total de tres años y 11 meses montados en un vehículo en nuestra vida. La paradoja se hace especialmente patente cuando, portando el último gadget de 800 o 900 euros en nuestro bolsillo, renunciamos, por ejemplo, a los avances en la iluminación de emergencia eligiendo en muchos casos la opción más básica y económica; o cuando tratamos de ahorrar en la instalación de sistemas eléctricos mientras en paralelo adquirimos el último modelo de smartphone para sustituir al actual, que apenas lleva un año con nosotros. El usuario cada vez demanda más información, para todo tipo de productos y servicios. Un ejemplo entre miles son los productos de alimentación, en cuyos envases se indica el origen del producto y se detallan todo tipo de datos nutricionales y recomendaciones de consumo. Quizás sería útil que este nivel de información se trasladara a otros aspectos de los que depende nuestra seguridad, como por ejemplo, los sistemas eléctricos de cualquier lugar de pública concurrencia. En lo que respecta a nuestro hogar, creo que es imprescindible que comencemos a informarnos acerca de qué equipos tenemos instalados, y de las medidas de seguridad y calidad que estos aportan. No es que seamos unos inconscientes en cuanto a nuestra seguridad, sino que no estamos prestando atención a muchos de los peligros que podrían asaltarnos en lugares que frecuentamos a diario. Pero, aun así, soy optimista ya que empezando por el usuario final y pasando por todos los actores que intervienen en la construcción e instalaciones de una infraestructura o viviendas poco a poco desde Eaton percibimos una mayor concienciación y recibimos un mayor número de consultas interesándose especialmente por todo tipo de soluciones que aumenten la seguridad y el control en las instalaciones eléctricas. José Antonio Afonso, responsable del segmento Commercial Building en Eaton España
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