El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido este jueves a China de que debe aumentar de forma gradual el capital de sus bancos. Considera que estas medidas son necesarias para poder enfrentar el elevado riesgo de estabilidad de su sistema financiero. En el informe Evaluación de la Estabilidad del Sector Financiero en China, el FMI expone los principales riesgos a los que se enfrenta la economía del gigante asiático, señalando que «China tiene que tener más activos líquidos a largo plazo, para cumplir con los estándares de liquidez que se exigen a la banca desde la crisis financiera global». De hecho, el FMI apunta que el sector financiero chino ha facilitado el crecimiento económico del país, al tiempo que ha ido ganando tamaño, hasta convertirse en uno de los más grandes del mundo, con activos que representan cerca del 470% del PIB. Entre los riesgos enumerados por el Fondo, se destaca el alto nivel de deuda y apalancamiento, las dificultades del sistema financiero para identificar el riesgo y gestionar la liquidez, y la dificultad del control del riesgo, dado que los créditos de más riesgo se han movido a la parte baja del sistema. El Fondo ha recomendado a la autoridades chinas que «no se centren en los planes locales que buscan promover el empleo a cualquier coste, sino que den prioridad a la calidad por encima de la cantidad en el crecimiento». También ha urgido a Pekín a desprenderse de empresas no viables, para evitar el endeudamiento y la inestabilidad. Por eso, el FMI propone a China una reforma en cinco pasos, que se iniciaría con la mejora de los sistemas de defensa para la banca, acompañado de una mayor liquidez, el planteamiento de un escenario de gestión de crisis y la creación de un comité de alto nivel centrado en la estabilidad financiera. Como última medida, el Fondo urge a China a poner fin a la práctica bancaria del reembolso garantizado de algunos productos de inversión, al tiempo que incide en la necesidad de incrementar los esfuerzos en la educación financiera de la población. Por otra parte, la institución dirigida por Christine Lagarde ha destacado la expansión del sector fintech en el mercado chino, al tiempo que ha pedido a Pekín que siga desarrollando marcos de vigilancia para las finanzas digitales, que equilibren «la innovación con la seguridad y la solvencia». Por su parte, el Banco Central de China ha respondido a este informe con un comunicado, en el que ha defendido la estabilidad de su sistema financiero, mostrando su desacuerdo con la visión del FMI y destacando que la institución ha reconocido el calado de las reformas económicas emprendidas por Pekín.
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