El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictaminado este miércoles que la plataforma estadounidense Uber deberá regularse como un servicio de transporte al que se puede exigir el cumplimiento de todas las normativas europeas de ese sector, incluida la posesión de una licencia. La sentencia rechaza que, como defiende la empresa, Uber sea un servicio online de intermediación, lo que hasta ahora le permitía beneficiarse de las normas de servicios de la sociedad de la información, que son más flexibles que las que rigen a las empresas de transporte. El TJUE considera que el elemento principal de Uber es su servicio de transporte, por lo que puede ser regulado por un estado miembro o una ciudad comunitaria como si se tratara de un servicio de taxi tradicional y, por tanto, tener obligaciones en materia de licencias y seguros ya que crea una oferta de servicios de transporte urbano en la que controla los precios y condiciones que se prestan. Esta sentencia da la razón a los representantes de los taxistas en el contencioso contra los servicios de VTC (alquiler de vehículo con conductor). Actualmente, Uber se enfrenta por este motivo a una denuncia de la Asociación Profesional Élite Taxi en los juzgados de Barcelona por presuntas prácticas engañosas y competencia desleal dentro de su servicio UberPop. Uber, por su parte, ya había adelantado que considera que este pronunciamiento se refiere exclusivamente al extinto servicio UberPop, por lo que no afectaría al servicio actual, UberX, que funciona como una plataforma de transporte ofrecido por conductores profesionales y con licencia, a diferencia de su predecesor.
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