Aunque el crecimiento se sigue definiendo como ‘moderado’, se espera que se mantenga (y no es poco tras tantas recaídas y revisiones a la baja desde la crisis). Pero, sobre todo, se aguarda que la entrada en escena de las políticas fiscales, impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, pero que deberían ganar terreno en […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2017
Aunque el crecimiento se sigue definiendo como ‘moderado’, se espera que se mantenga (y no es poco tras tantas recaídas y revisiones a la baja desde la crisis). Pero, sobre todo, se aguarda que la entrada en escena de las políticas fiscales, impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump, pero que deberían ganar terreno en el resto del mundo, mejoren la macro, en un contexto de inflación al alza, con bancos centrales aún acomodaticios. Un buen mix para las small caps, según los expertos. El riesgo de decepción y político están ahí. Los analistas reconocen que la cargada agenda electoral europea (Francia, Alemania, quizá Italia… ojo a Grecia) supone un desafío para los mercados, también la retórica del líder norteamericano y su deriva proteccionista. Sin embargo, si creemos, como el mercado, que más allá de la volatilidad no lograrán descarrilar la economía, como ya sucediera con la propia elección del republicano o el Brexit, estos valores suponen una fuente de oportunidad y diversificación. “Pese a lo que muchos suelen pensar, las small caps no están más enfocadas al mercado doméstico que las empresas de gran capitalización. De hecho, dado que las compañías pequeñas cuentan con modelos de negocio menos maduros, su crecimiento también tiende a ser menos dependiente del desarrollo general del PIB”, destaca James Ogilvy, gestor-analista de small caps de Lazard Frères Gestion. Así, apunta, “pese a los riesgos políticos que puedan darse en su país de origen, no creemos que estos valores estén particularmente expuestos”. Por ejemplo, señala, su fondo Objectif Small Caps Euro se basa principalmente en pequeñas empresas alemanas y francesas por distribución geográfica, pero no consideramos que los peligros de ambos países, próximos a elecciones generales, se traduzcan en desafíos para estas compañías y, de haber algún impacto en los beneficios, éste debería ser muy limitado”. Por otra parte, este experto señala que suelen ser menos volátiles y, aunque parezca un “universo lejano”, aglutina a “miles de corporaciones” a las que se les hace menos seguimiento, pero que “ofrecen un entorno que crea las condiciones ideales para los inversores que buscan valores de alta calidad e infravalorados”. Con todo, reconoce que las small caps son “menos líquidas que las más grandes, y esto puede acarrear cierto riesgo, pero la mejor manera de limitarlo es invertir en una cartera amplia y diversificada”. Así, las principales posiciones de su cartera son: Más allá de Trump En lo que respecta al riesgo de decepción de Trump, Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión en BlackRock, detalla que la preferencia de la firma por activos que se beneficien de la recuperación macro “no está supeditada a la reforma fiscal que se lleve a cabo en Estados Unidos, si bien ésta podría impulsar esta temática del mercado”. Por ejemplo, destaca, vemos que la reactivación económica impulsa unas mayores ganancias para las empresas estadounidenses de pequeña capitalización. Por lo general, esta clase de activo obtiene mejores resultados durante los periodos de aumento de tipos (…) Los recortes de impuestos conformarían un impulso adicional que beneficiaría drásticamente a las empresas de pequeña capitalización, dado que se enfrentan a unos tipos impositivos efectivos superiores”.