El Ibex falla de nuevo en su ataque a los 9.500 puntos, tras conocerse el dato de inflación preliminar de febrero, que arroja un repunte interanual del 3%, frente al 3,2% esperado y al 2,9% previo. Mientras, mejoran los datos de confianza empresarial y de consumo de la Zona Euro. “Sugieren que la incertidumbre política aún no ha […]
Dirigentes Digital
| 27 feb 2017
El Ibex falla de nuevo en su ataque a los 9.500 puntos, tras conocerse el dato de inflación preliminar de febrero, que arroja un repunte interanual del 3%, frente al 3,2% esperado y al 2,9% previo. Mientras, mejoran los datos de confianza empresarial y de consumo de la Zona Euro. “Sugieren que la incertidumbre política aún no ha dañado el crecimiento, que parece haberse acelerado en el inicio de año”, destaca Capital Economics. El martes la atención macro ‘viajará’ a Estados Unidos, con la publicación del PIB del cuarto trimestre; mientras, el miércoles se divulgarán a ambos lados del Atlántico los indicadores de actividad del sector manufacturero (y el viernes los PMIs servicios). El jueves será el turno del IPC europeo, y Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed), pondrá la ‘guinda’ a estos cinco días con una conferencia el viernes. En el plano político, la cita clave de la semana será la intervención del presidente Donald Trump ante el Congreso (martes). Una comparecencia en la que podría dar más detalles sobre sus propuestas de inversión y fiscales y que, teniendo en cuenta lo que ha descontado el mercados, podría decepcionar “en cuantía y tiempo”, alerta Renta 4. Y es que, tal y como recuerda Link Securities, “sus promesas de desregularización, de fuerte gasto en infraestructuras y de rebajas impositivas para los particulares y para las empresas elevaron las expectativas de crecimiento económico y de inflación de los inversores, que han venido apostando claramente por un escenario ‘reflactario’. No obstante, ese escenario tiene que ‘coger forma’, materializarse, para que las recientes alzas de las Bolsas puedan justificarse”. Recientes encuestas entre casas de análisis sitúan el inicio de la aplicación práctica de las medidas a principios de 2018 por lo que, reiteran, “cualquier modificación en la agenda, anticipando o retrasando dicha implementación, tendrá un impacto directo en el comportamiento de los mercados, desde los de divisas hasta los de renta fija y los de renta variable”. Mientras, añaden, “en Europa además de la ‘batería’ de elecciones que se llevarán a cabo en los próximos meses, Holanda, Francia y Alemania, factores como el Brexit y la ‘crisis griega’ siguen muy presentes en la mente de los inversores, algo que se sigue plasmando más en los bonos (la rentabilidad 10 años alemán ha vuelto a descender por debajo del 0,20%) que en las Bolsas, aunque éstas distan mucho de mostrar la ‘alegría’ de las estadounidenses”, especialmente las periféricas con el Ibex y el índice italiano a la cabeza. Con todo, desde el Departamento de Análisis de Bankinter tratan de tranquilizar. Y es que, creen que, a pesar “de la tensión política que exporta Francia, pero también Holanda, las preocupaciones no son serias (…) Los desenlaces más probables no son destructivos” si bien, reconocen que “después de la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea (UE) y la victoria del republicano es más difícil confiar en los ‘normales’”. Así las cosas, destacan, en positivo, que “los beneficios empresariales expandiéndose y mejorando (americanos y europeos), el ciclo económico ganando tracción, la posibilidad de que antes de agosto Trump apruebe unos recortes de impuestos que dinamizarían el PIB americano y los emergentes rebotando tras haber tocado fondo. No parece un mal panorama, salvo que la política francesa nos pegue un buen disgusto. Pero no parece, a pesar de las tensiones. Por eso mantenemos inalterada nuestra estrategia de inversión pro-Bolsas: Wall Street cuando el dólar esté debilitado hacia 1,06 o más y europea cuando esté apreciado hacia 1,04 o más”.