Más allá de la banca y de su condición de periférico, uno de los principales lastres del Ibex, que han significado su ‘retraso’ en este 2017, es la elevada exposición de algunos de sus ‘pesos pesados’, como BBVA o Telefónica, a Latinoamérica. Una región que debe hacer frente a la postura comercial y ante la […]
Dirigentes Digital
| 16 mar 2017
Más allá de la banca y de su condición de periférico, uno de los principales lastres del Ibex, que han significado su ‘retraso’ en este 2017, es la elevada exposición de algunos de sus ‘pesos pesados’, como BBVA o Telefónica, a Latinoamérica. Una región que debe hacer frente a la postura comercial y ante la inmigración de Donald Trump, así como a una Reserva Federal (Fed) embarcada ya sí claramente en un ciclo alcista de los tipos. Así, por ejemplo, Ignacio Méndez, director de análisis de Mirabaud Securities en España, destacaba en sus perspectivas para el índice que la macro de España “sigue muy fuerte”, aunque reconocía que las previsiones latinoamericanas “se debilitan”. La región cerró 2016 con una contracción de su crecimiento del 1,5%. Sin embargo, Capital Economics creen que la actividad se acelerará en los próximos años “a medida que se desvanece el impacto de la caída de las commodities, las políticas monetarias se flexibilizan y mejoran las condiciones financieras”. De hecho, la firma prevé que Latinoamérica repunte un 1,5% en 2017 y un 2,5% en 2018. Por países, sus estimaciones para Brasil superan las del consenso, aunque están por debajo en Argentina, Colombia y Chile. El caso concreto de México, la principal damnificada del ‘huracán Trump’, consideran que “el crecimiento seguirá siendo moderado, pero ya se atisban los primeros indicios de que es poco probable que la economía colapse ante cualquier cambio de la política en Estados Unidos”. Será la excepción, sí, en lo que a contención de la inflación y reducciones de tipos, pues allí aguardan incrementos en los próximos seis meses. Si bien, con la llegada de 2018 comenzarán los recortes, a medida que los precios disminuyan. Por su parte, desde NN Investments Partners recuerden que, en lo que respecta a los emergentes en general, “han tenido mayor transcendencia la aceleración de la demanda en los mercados desarrollados y el encarecimiento de las materias primas, que han disparado el crecimiento de las exportaciones de los emergentes”. A su juicio, mientras no se sustancien las medidas proteccionistas del gobierno estadounidense, la mayor parte de estos mercados se beneficiará del tirón de la demanda mundial. Mientras, Pictet AM llama la atención sobre el respaldo técnico y las atractivas rentabilidades que ofrece el crédito de los países en desarrollo, especialmente, Latinoamérica, donde además acompañan las valoraciones. En 2016, destacan que el índice de crédito de empresas de la región, el CEMBI Broad Diversified Latin America, cosechó ganancias del 16% con repunte de países y sectores relacionados con las materias primas. “En general, esta clase de activos se ha mostrado resistente tras las elecciones en Estados Unidos”, afirman. Con todo, reconocen el “desafío”, que constituyen los tipos de la Fed, un dólar más fuerte y la geopolítica. Si bien, a su favor juegan “el considerable grado de estabilidad de los inversores (dos terceras partes son fondos soberanos, de pensiones o aseguradoras), que no se ven afectados tanto por el sentimiento del mercado a corto plazo, como puso de manifiesto taper tantrum de 2013”.