Un reciente estudio realizado por MyPrivateBanking, en el que su equipo analiza las capacidades digitales de distintas entidades de banca privada, evidencia cómo los avances de los últimos años se han centrado en soluciones básicos, que carecen de la personalización y de las funciones de comunicación instantánea que servirían, para marcar de forma definitiva, un […]
Dirigentes Digital
| 19 abr 2017
Un reciente estudio realizado por MyPrivateBanking, en el que su equipo analiza las capacidades digitales de distintas entidades de banca privada, evidencia cómo los avances de los últimos años se han centrado en soluciones básicos, que carecen de la personalización y de las funciones de comunicación instantánea que servirían, para marcar de forma definitiva, un valor añadido a los altos patrimonios que así lo demandan ya. En foros especializados y encuentros con medios, la mayoría de entidades de banca privada aseguran estar en el buen camino. Y es cierto. Los avances han sido notables en los últimos años. Pero es un hecho que ese camino se anda a un paso lento, con un sector financiero que, en general, ha llegado más tarde a la transformación digital que otras industrias. Tal y como explica en el informe Carmela Melone, analista senior de MyPrivateBanking, todas las aplicaciones y portales web analizados para el estudio “cumplieron con el requisito de contar con una visión global del patrimonio, que incluyese gráficos para representar la situación financiera de los clientes, además de dar acceso a estados de las cuenta y a los informes de valoración de las carteras”. Sin embargo, sólo el 40% de las entidades analizadas ofrecen personalización a través de herramientas digitales, “lo que indica una brecha importante”. Las áreas más débiles en general son aquellas relacionadas con soluciones de comunicación instantánea, así como la escasa integración de medios sociales, en aras de que una ‘comunidad’ especializada y con similares objetivos de cada cliente pueda ayudar también a tomar decisiones de inversión. En el inform Behind the Log-In of Wealth Managers’ Websites and Mobile Apps – Enticing the Wealthy to a Personalized Digital Space publicado a principios de este año, los expertos apuestan por tres factores clave a desarrollar para mejorar en este sentido: 1. Personalización: Los gestores de patrimonio deben ofrecer a los clientes una experiencia digital personalizada, contextualizada a través de un contenido dirigido que los haga sentir únicos y valiosos. Por ejemplo, los clientes podrían recibir recomendaciones de inversión de sus pares, agregando un elemento social a las decisiones de inversión. Otra gran solución sería ofrecer una sesión a través de un chat o una videoconferencia con un experto sobre un tema en el que el cliente haya mostrado interés. 2. Funciones core: Un elemento crucial para los clientes de alto patrimonio es el análisis de cartera, la gestión y la provisión del conocimiento necesario para apoyarlos en la toma de mejores decisiones. “Las gestoras deben incluir herramientas avanzadas de análisis del riesgo para proporcionar a los clientes una comprensión más profunda de sus inversiones, pero éstas deben ir acompañadas de herramientas de recomendación y tecnología social para dar soporte adicional a esa toma de decisiones”, indican los expertos. 3. Contenido relevante: Las gestoras solo deben ofrecer a los clientes contenido que coincida con sus intereses particulares y su situación de vida. Lo ideal sería que, por ejemplo, algunos la presentación de ideas de inversión fuese acompañada de artículos o análisis. En este sentido, desde la firma destacan que, por ejemplo, aquellos con vocación filantrópica, deben buscar fuera para encontrar soluciones a sus objetivos. Algo que se solucionaría con un movimiento tan sencillo como, por ejemplo, enviar al cliente información y convocatorias de eventos que puedan servirle para tal fin.