“La recuperación cíclica de la economía de la Zona Euro es cada vez más sólida y los riesgos a la baja se han reducido más”, ha afirmado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, tras la reunión en la que la autoridad monetaria ha decidido mantener los tipos y los estímulos sin cambios. […]
Dirigentes Digital
| 27 abr 2017
“La recuperación cíclica de la economía de la Zona Euro es cada vez más sólida y los riesgos a la baja se han reducido más”, ha afirmado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, tras la reunión en la que la autoridad monetaria ha decidido mantener los tipos y los estímulos sin cambios. No ‘mueve ficha’ el organismo, a pesar de que el resultado electoral francés reduce el riesgo político y de la mejora macro que experimenta la región. Pues, ha reiterado, “las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo moderadas y aún no han mostrado una tendencia al alza convincente”. Y son los precios su mandato principal… De hecho, consciente de los retos que aún tiene pendiente Europa (Brexit, más comicios en Francia y Alemania…), Draghi ha afirmado que “si las perspectivas se vuelven menos favorables, estamos listos para aumentar nuestro programa de compra de activos (QE) tanto en tamaño como en duración”. Si bien, ha reconocido que “aunque los riesgos que rodean a las expectativas de la Zona Euro avanzan a un mayor equilibrio, pero siguen sesgados a la baja”. Y es que, tal y como ha añadido Draghi, “sigue siendo necesario un continuo grado sustancial de acomodación monetaria para asegurar el retorno sostenido de las tasas inflación hacia el objetivo del 2%. Asimismo, una vez más, ha vuelto a apelar a los Gobiernos de la Zona Euro para que apoyen la recuperación en marcha: “Para que todos los beneficios de nuestras políticas se desplieguen, otras áreas de política deben contribuir mucho más decididamente”. Con todo, Draghi ha querido dejar claro que la región ha recorrido un largo camino y ha sido a mejor: “No estamos en la situación de 2011, cuanto teníamos cifras de inflación sobre el 2% durante varios meses consecutivos (…) la recuperación era frágil y desigual, ahora es sólida y amplia”. Pero, en un nuevo ejercicio de equilibrio, o como dice el refranero en ‘una de cal y otra de arena’, el banquero italiano ha añadido que “aun hay muchas fragilidades por las que preocupares, incluidos los préstamos fallidos del sector financiero”. La valoración de los expertos Antonio García Pascual, economista jefe de Barclays en Europa, espera que en junio “el BCE adopte un discurso menos acomodaticio y más simétrico que abriría la puerta a subidas de los tipos de los depósitos en 2018. En concreto, prevemos posibles modificaciones en sus declaraciones tanto sobre los tipos como sobre el programa de relajación cuantitativa, eliminando de su discurso la referencia explícita a un escenario con tipos más bajos o a una ampliación de su política acomodaticia”. Por su parte, James Athey, gestor senior de inversiones en Aberdeen Asset Management, considera que la actuación de Draghi ha sido “bastante confusa y contradictoria. Ha tenido que reconocer que la previsión de crecimiento ha mejorado y que los riesgos de la previsión están más equilibrados sin seguir a las perspectivas de inflación. Esto está confundiendo al mercado y de esta forma causa agitación mientras los traders se aferran a cada palabra. Su sugerencia de que el BCE no será capaz de mejorar su programa de préstamo de valores ha causado más confusión en las cuestiones que llevan a un rally de los bonos alemanes”. Así las cosas, cree que hay que mirar más allá y apunta a que ha dicho “suficiente para sugerir que se puede ver un cambio material de política en junio. Pero nadie debería adelantarse. Es evidente que no hay aún consenso en el Consejo de Gobierno para permitir que Draghi tenga una actuación segura”. Finalmente, Manuel Ortiz-Olave, jefe de analistas de Monex Europe en España, señala que el presidente del BCE “a enfriado la euforia de los mercados tras los resultados de la primera ronda de las elecciones francesas, y se ha abstenido de dar indicios de posibles puntos de inflexión en la política monetaria. De todas formas, el euro mantiene el tono alcista de comienzos de la semana, especialmente ahora que crece el escepticismo de los mercados en cuanto a las políticas fiscales de Trump y al riesgo de estanflación en el Reino Unido, situando a la moneda única como una de las favoritas entre los inversores ahora que los riesgos de fractura en la zona euro comienzan a disiparse”.