Ganar dinero siempre es la principal tares que buscan los inversores para aumentar su patrimonio. Generar ahorro es lo que les empuja a entrar en los mercados. Hasta ahí nada nuevo. Lo determinante es, observando el transcurso de los ejercicios, si este año está siendo atractivo en términos de generación de efectivo. La realidad es […]
Dirigentes Digital
| 13 sep 2017
Ganar dinero siempre es la principal tares que buscan los inversores para aumentar su patrimonio. Generar ahorro es lo que les empuja a entrar en los mercados. Hasta ahí nada nuevo. Lo determinante es, observando el transcurso de los ejercicios, si este año está siendo atractivo en términos de generación de efectivo. La realidad es que, a pesar de una reciente oleada de eventos que provocan ansiedad, muchos activos importantes se encuentran significativamente más altos en el año. El S&P 500 ha subido un 10% en lo que va de año a pesar de todo, mientras que los futuros de oro suben un 16% y los bonos del Tesoro a diez años de Estados Unidos (a juzgar por el popular índice de bonos del Tesoro a largo plazo de Barclays) han ganado un 6%. Bastante revelador teniendo en cuenta los miedos que abundan en las distintas plazas mundiales. Ahora mismo restan cuatro meses para terminar el año y si nada se tuerce hay una conclusión clara. Y es que, si 2017 terminara hoy, sería el primer año en que los tres han aumentado en más de 5% desde 1993, según un análisis CNBC. Es decir, algo nunca visto en más de los últimos 20 años. Para estar seguro de todo esto, hay algo un poco extraño sobre las reuniones concurrentes. Las acciones y los Treasuries americanos se consideran alternativas clásicas de inversión, cuya demanda refleja el optimismo económico, y la demanda de estos últimos refleja un impulso de refugio. El oro siempre se ve como un activo en el que ha entrado dinero en en tiempos de un temor creciente y el aumento de la inflación; el miedo tiende a ser malo para las acciones, y la inflación es generalmente mala para los bonos. Dada la naturaleza contraria de sus conductores alcistas, no es de extrañar que las acciones, los bonos y el oro no tiendan a moverse significativamente más alto a la vez. Este año, el rally de estos tres activos refleja “un ambiente de crecimiento económico de ligero a moderado”, señalaba Ari Wald de Oppenheimer. En otras palabras, la economía es lo suficientemente fuerte como para ayudar a las empresas a ganar más dinero y por lo tanto a mantener sus títulos al alza en los mercados, pero la inflación que está resultando más moderada de lo esperado es la protección de los bonos. “El hecho de que todas estas clases de activos están funcionando, nos está diciendo algo”, indicaba el gestor de carteras Mike Binger de Gradient Investments en “Trading Nation”. Lo que parece bastante claro es que en estos instantes nos encontramos ante una situación bastante atípica.