Las altas valoraciones que han alcanzado las tecnológicas en Estados Unidos ha provocado que muchos analistas estén comentando la posibilidad de que lo que estamos viendo sea una nueva burbuja. En el año 1999 la capitalización de la mayoría de las cotizadas del Nasdaq se disparó, pero… ¿Estamos asistiendo a un periodo similar teniendo en […]
Dirigentes Digital
| 21 sep 2017
Las altas valoraciones que han alcanzado las tecnológicas en Estados Unidos ha provocado que muchos analistas estén comentando la posibilidad de que lo que estamos viendo sea una nueva burbuja. En el año 1999 la capitalización de la mayoría de las cotizadas del Nasdaq se disparó, pero… ¿Estamos asistiendo a un periodo similar teniendo en cuenta que las empresas que más crecen por fundamentales son de la industria de la tecnología? Los mercados, con las cifras sobre la mano, están descontando actualmente unos beneficios e ingresos crecientes para la mayoría de las compañías. Sin embargo, pese a todo eso, es realidad que en algunos casos ha habido una sobrerreacción, que se ha canalizado con unos ratios PER absolutamente desorbitados. De esta manera, el equipo de expertos de Capital Group explica que los precios de las compañías tecnológicas en Estados Unidos han subido como la espuma en los últimos años, lo que ha llevado a muchos a plantearse, efectivamente, “si esta tendencia alcista es sostenible”. Por el contrario, hay diversos motivos que indican que “no se trata de una nueva burbuja”. Cuando en el año 2000 el sector tecnológico alcanzó máximos, representaba un 34% de la capitalización de mercado del S&P 500, pero tan solo “un 16% de sus ganancias acumuladas”. A menudo las compañías, aun siendo poco rentables, se vendían por precios desorbitados, y el sector sucumbió hasta tocar precios que estaban más en línea con sus fundamentales. Por lo tanto, a lo largo de la última década, el peso de las tecnológicas no ha hecho sino ir en aumento. Sin embargo, el ritmo en esta ocasión, “ha sido constante y proporcional al crecimiento de las ganacias. No cabe duda que las valoraciones son elevadas pero con los beneficios apoyando la subida de precios, las perspectivas de crecimiento a largo plazo del sector tecnológico parecen sostenibles”. El debate sigue servido.