Los resultados de una de las principales aseguradoras de nuestro país han arrojado luces y sombras. Las sombras, por una serie de acontecimientos difíciles de prever y un entorno de tipos de interés en mínimos. La luz llega por la mejora de los ingresos y el empaque suficiente como para que Mapfre no se resienta en exceso por los impactos adversos. De hecho, su presidente, Antonio Huertas se ha mostrado satisfecho por las cifras que revelan los resultados anuales, y en la presentación de los mismos recalca que 2017 ha sido «un año excelente dentro de las dificultades». Sin ir más lejos, los huracanes y otros desastres naturales han hecho mella en las cuentas de la compañía, aunque Huertas ha defendido la gestión que ha permitido cuantificar los pagos en un récord de tiempo. Aunque resta importancia a lo extraordinario que ha resultado 2017 en cuanto a catástrofes naturales, afirma que los riesgos climáticos son «cada vez más frecuentes«, aunque en la entidad creen que no es posible provisionar liquidez para desviaciones de ese tipo. En lo que se refiere a las cifras en sí, aclara que las pérdidas han sido menores que las de otros competidores, a pesar de que han tenido que desembolsar más de 1.000 millones de euros en indemnizaciones en los lugares afectados por las catástrofes, en concreto 800 millones tan solo en Puerto Rico. Aún así, la baza de Mapfre, según Huertas, es la confianza, un atributo imprescindible para una aseguradora: «Quienes han confiado en nosotros se les garantiza que pueden recuperar el estado anterior de sus propiedades». De todas formas, Mapfre va a poner toda la carne en el asador con respecto a América Latina, empezando por Brasil, donde la entidad ha firmado un primer acuerdo para convertirse en el único accionista del negocio no vida del Banco do Brasil. Esto elevaría a Mapfre hasta el segundo lugar en gestión de este tipo de activos. Así, Mapfre controlaría una actividad que ha producido 400 millones de euros en beneficios en siete años. Dado que el acuerdo aún no es definitivo, Huertas ha evitado cuantificar la cantidad que invertiría la firma en la operación, pero reconoce que podrían acometerla por medio de emisión de deuda, ampliación de capital o utilizar sus propios fondos. Mapfre mira también un poco más al norte, hacia México, donde espera que comiencen a crecer los beneficios y, de hecho, cree que «2018 será el año del despegue de México«, a pesar de los riesgos que existen en el país. Un poco más lejos, en China, la actividad de Mapfre se ha enfriado. Lejos de olvidar sus planes en esa zona del mundo, Huertas reconoce que actualmente sus prioridades se han alejado de ese país y se han trasladado a lugares como Italia o Alemania. Afirma que «China ha pasado a un nivel diferente de prioridad». Volviendo a España, Huertas cree positiva la fusión entre Bankia y BMN, algo que «debe ser una oportunidad para Mapfre por los acuerdos que existen con Bankia». En el mismo sentido, ha afirmado estar «muy tranquilo» con el devenir de la situación en referencia al banco, dada la posibilidad de que Bankia pudiera crear nuevas alianzas con otras aseguradoras y la relación de cooperación que existe entre ambas entidades. «Por lo que conozco, estoy convencido de que en Bankia harán lo mejor para sí mismos y también para cumplir con sus compromisos con nosotros«, ha recalcado Huertas. El mensaje de Huertas se ha centrado en la confianza que proporciona su compañía. El presidente cree que la situación de España y del resto del mundo durante la crisis ha provocado graves dosis de incertidumbre y lo que ha pasado en el planeta «ha sido absolutamente dantesco», mientras que en España «tendríamos que remontarnos a los años posteriores a la Guerra Civil» para encontrar una situación similar. A pesar de ello, cree que pueden estar satisfechos porque Mapfre no ha fallado «ni una sola vez».
hemeroteca
