Si los precios del petróleo caen por debajo de los 40 dólares, no será sólo un problema para las empresas de energía, sino también para la renta variable global. Es algo que ya observamos en el pasado cuando el crudo tocó los mínimos de los últimos cinco años y que podría repetirse según el equipo […]
Dirigentes Digital
| 04 jul 2017
Si los precios del petróleo caen por debajo de los 40 dólares, no será sólo un problema para las empresas de energía, sino también para la renta variable global. Es algo que ya observamos en el pasado cuando el crudo tocó los mínimos de los últimos cinco años y que podría repetirse según el equipo de análisis de UBS. ¿Y por qué tal miedo? Estos expertos apuntan a que un descenso hacia los 40 dólares del petróleo e incluso por debajo de ese nivel, podría ser un gran obstáculo para los beneficios de las empresas de todo el mundo. La investigación de UBS señala que “la salud del sector energético sigue siendo crítica para el crédito corporativo”, y que la sostenida debilidad de los precios del petróleo plantea un riesgo más amplio “para los beneficios empresariales”. La deuda en el sector de la energía representa aproximadamente el 15% del mercado de crédito de high yield en Estados Unidos y el 10% del mercado de grado de inversión, según la gestora. Los débiles precios del petróleo podrían hacer que más empresas de energía incumplieran y aumentarían los riesgos para los acreedores corporativos. Se trata de un cisne negro que no se ha tenido especial en cuenta. También, afectaría a las ganancias de las compañías estadounidenses con exposición a materias primas. El oro negro ha sufrido una auténtica ola de ventas en los últimos meses con el WTI y el Brent desplomándose a mínimos anuales. De hecho, con caídas cerca del 17% desde mediados de abril, cuando cotizaba por encima de los 53 dólares. De esta manera, hay un riesgo significativo de que los precios del petróleo aumenten o estén por debajo de los 40 dólares hasta 2018, y si el WTI cae en los 30 dólares, “plantearía serios problemas” y probablemente señalaría “problemas más amplios de demanda global”, exponen los analistas de UBS en su informe. “Si los precios del petróleo caen a 40 dólares o menos, el impacto negativo sobre el resto de las ganancias mundiales (a través de filiales extranjeras relacionadas con productos básicos de compañías estadounidenses) podrían ser un obstáculo material para las ganancias corporativas agregadas y un precio prolongado del petróleo en torno a los 40 dólares provocaría más estrés y el incumplimiento de los emisores de HY de baja calidad en el 2018”, alertan estos analistas. En términos generales, si los precios del crudo caen por debajo de los 40 dólares, los beneficios corporativos tendrían un impacto, habría más estrés en el mercado de alto rendimiento y los préstamos bancarios podrían endurecerse. El petróleo ha sufrido en las últimas semanas, con la Administración de Información de Energía inesperadamente anunciando un exceso de inventario a principios de junio y la producción de la OPEP recortando menos de lo que esperaba el consenso de mercado. Los precios también tuvieron un impacto después de que el presidente Donald Trump anunciara que Estados Unidos se retiraría del Acuerdo del cambio Climático de París.